Liberar los límites del crecimiento al crédito en las condiciones actuales no conduciría a la formación de una burbuja (incremento desmedido de la economía) y más bien ayudaría a que la producción local mejore su desempeño.
A esta conclusión llegaron, por separado, los economistas Alberto Franco, de Ecoanálisis, y Luis Loría, de Strategic Group, tras una consulta del diario La Nación.
"En este momento el riesgo de una burbuja es muy bajo. En el sistema financiero en su conjunto, el crédito esta prácticamente estancado desde finales del año pasado y pienso que podría reactivarse en el segundo semestre si se quitara la restricción", manifestó Franco.
Con esta afirmación coincide Loría, quien opina que el tope crediticio habría servido como freno al crecimiento de la producción.
"Existe una clara demanda de crédito insatisfecha para actividades productivas, por lo que las restricciones al crédito, más bien, han contribuido a la desaceleración de la actividad económica y a una caída en el empleo que se ha observado durante los últimos meses", explicó.
Distorsiones
Según ambos analistas, las condiciones actuales no ameritan la existencia de límites al crecimiento del crédito.
"Lo que se necesita es una supervisión prudencial cada vez mas efectiva y que cuente con mejores herramientas para realizar esa labor", opinó Franco.
Loría, por su parte, es de la idea de que la imposición de topes al crecimiento del crédito no es una buena práctica. "Introduce distorsiones importantes a la asignación eficiente de recursos en la sociedad, impidiendo que los empresarios trasladen recursos de actividades de baja productividad a otras de mayor productividad", dijo.
En días recientes, el Poder Ejecutivo y el sector empresarial pidieron al Banco Central que levante o flexibilice los límites al crédito que impuso al comienzo del año.