BCIE apuesta por operaciones en proyectos de sostenibilidad ambiental en medio de la pandemia

Este tipo de obras cobran relevancia aún en medio de un entorno recesivo porque el sector construcción se vislumbra como la tabla de salvación para reactivar las frágiles economías del istmo

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El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) hace una fuerte apuesta por la sostenibilidad ambiental y contempla iniciativas verdes dentro de su cartera de proyectos y en su estrategia de fondeo. El objetivo se mantiene intacto pese a la pandemia, pues el sector construcción será uno de los motores del istmo cuando se pueda dar una apertura gradual de las economías.

Así lo afirmó Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE en entrevista exclusiva con EF.

El conocido financiamiento por $500 millones para el Tren Rápido de Pasajeros del Gran Área Metropolitana (GAM) es el símbolo de la cartera de proyectos sostenibles que el multilateral desarrolla por toda la región centroamericana.

La colocación de productos amigables con el ambiente también forma parte de su estrategia de financiamiento en el mercado externo. En noviembre de 2019 el multilateral realizó por primera vez la emisión de un bono verde por $375 millones, que colocó a un plazo de cinco años en las bolsas de Asia (75%) y Europa (25%).

Luego de esta exitosa colocación el banco se prepara para una segunda operación de bonos verdes durante el segundo semestre del año.

Aunque el multilateral hace una fuerte apuesta por la sostenibilidad ambiental, la COVID-19 cambió drásticamente las necesidades de las naciones centroamericanas.

Por eso el BCIE preparó el Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el COVID-19 y de Reactivación Económica que cuenta con un fondo por $1.960 millones para dar oxígeno a los países centroamericanos.

Cartera de proyectos

Dentro de su cartera de proyectos el organismo multilateral hace una fuerte apuesta por la sostenibilidad ambiental. Este tipo de obras cobran relevancia aún en medio de un entorno recesivo porque el sector construcción se vislumbra como la tabla de salvación para reactivar las frágiles economías del istmo.

“Los proyectos son clave para el desarrollo de dichos países, más aún en este momento cuando requieren proveer la inversión en sus países. El BCIE espera que durante la apertura gradual de las economías el sector construcción sea uno de los motores que permita generación de empleo y reactivación económica por las externalidades positivas que genera”, afirmó Mossi.

El financiamiento del Tren Rápido de Pasajeros es “un ejemplo idóneo de lo que el BCIE hace”.

Esta es una obra ampliamente conocida en el país; pretende beneficiar a 4,5 millones de personas, brindar 1.000 empleos temporales en la etapa de construcción, generar 461 puestos de trabajo fijos durante su operación, mejorar sustancialmente la movilidad urbana y contribuir con la reducción de gases invernaderos.

El préstamo de $550 millones contiene recursos del BCIE, del Fondo Verde del Clima y del Banco de Exportaciones de Corea. La tasa de interés ponderada de la mezcla de esas tres canastas es de 1,5%, un valor que Mossi considera de bajo de costo por la combinación de recursos de diversos financistas.

El costo total del proyecto será de $1.297 millones y Costa Rica realizará un aporte estatal de $550 millones, dinero que sería aportado por el BCIE. El proyecto se encuentra en etapa de análisis en la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Legislativa.

El debate técnico que busca la viabilidad del proyecto suma posiciones a favor y en contra, sobre todo ahora que se debe despejar la duda sobre cómo se financiará el subsidio estatal que se estima en $95 millones anuales, de acuerdo a una publicación del diario La Nación.

EF consultó al presidente ejecutivo del BCIE si es prudente recurrir a mayor endeudamiento cuando el país ya recibió una seguidilla de rebajas en su calificación soberana de parte de las agencias internacionales.

“El desarrollo de la industria ferroviaria en la región es en sí es el objetivo principal que tiene el BCIE al apoyar proyectos como el tren de San José, por los beneficios para la movilidad de personas y de transporte de carga, ahorros en general que se producen en beneficio de las economías de los países y también por la mejora en la calidad de vida de las personas y el medio ambiente”, explicó Mossi.

Otras iniciativas financiadas por el BCIE que apuestan por la sostenibilidad ambiental son la Ampliación del Programa Nacional de Electrificación Sostenible y Energía Renovable y el Programa de Sostenibilidad del Sector Eléctrico de Nicaragua (ambos en Nicaragua); el Programa de Renovación Cafetalera de alta productividad, sostenible y resiliente en El Salvador y el Proyecto de Construcción de la Central Hidroeléctrica El Chaparral (también en El Salvador).

Otro proyecto, aunque de carácter social, es la modernización de cinco hospitales en Guatemala para fortalecer la atención del tercer nivel; estas obras se financian con la colaboración del gobierno de Corea.

El Programa de Inversión de Infraestructura y Equipamiento Hospitalario brindará a esta nación centroamericana $193,2 millones; del total $79 millones (40%) provienen del convenio “Korea Development Co-Financing Facility for Central America”, suscrito entre el Ministerio de Economía y Finanzas de la República de Corea y el BCIE.

Así consta en el sitio web del multilateral.

La llegada de la pandemia aceleró el proceso pues la Presidencia de la República de Guatemala y el Congreso impulsaron acciones para aprobar el crédito en abril de este año. Actualmente está en proceso de cumplimiento las condiciones para el primer desembolso de recursos.

En el pasado el BCIE aportó recursos para la infraestructura social, y en el caso de Costa Rica esta institución financió el 80% de los hospitales existentes, según Mossi.

Estrategia de fondeo

Como parte de la estrategia de fondeo el BCIE vende bonos en todo el mundo y emite en 23 monedas diferentes. El multilateral ostenta una calificación AA que le permite acceder al mercado de Supranacionales, Soberanos y Agencias (SSA).

En mayo de este año el banco hizo una emisión benchmark en el mercado SSA por $750 millones; la operación fue un plazo de cinco años con inversionistas de Asia, Estados Unidos, Europa, África y Latinoamérica.

También se suma otra emisión en el mercado Formosa de Taiwán por $375 millones y otra en el mercado suizo por $156 millones. Ambas a un plazo de cinco años para apoyar el financiamiento del Programa de Emergencia de la COVID-19.

Para el segundo semestre del 2020 el multilateral aspira a colocar un bono social para inversionistas que se dedican a temas de medioambiente, sociales y de gobernanza.

Durante este año el BCIE también planeaba una emisión de $500 millones en Corea, sin embargo, la operación aún está pendiente a causa de la pandemia.

En abril el banco incrementó el capital autorizado de $5.000 millones a $7.000 millones, y por ese dinamismo recibirá $450 millones de capital pagado en efectivo durante los próximos ocho años.

Tanque de oxígeno por la pandemia

Para dar apoyo durante la crisis sanitaria el BCIE preparó el Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el COVID-19 y de Reactivación Económica, que cuenta con un fondo por $1.960 millones y que se aprobó el pasado 31 de marzo.

Esta iniciativa proveerá recursos de rápido desembolso a los países que conforman el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y otras naciones que se encuentran fuera de la región.

“Dicho programa contiene la donación de recursos monetarios e insumos médicos para la atención sanitaria, créditos al sector público en temas como infraestructura y equipo sanitarios, compra de medicamentos, contratación temporal de personal médico, desarrollo de capacidades del personal médico y concientización de la población”, dijo el presidente Ejecutivo del BCIE.

También cuenta con financiamiento para apoyar la liquidez de los bancos centrales, para estas líneas de crédito se disponen $1.000 millones, lo que representa el 51% del total del Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el COVID-19.

Este programa también contempla $350 millones para otorgar financiamiento a las mipymes de la región.