Compras de autos impulsan crecimiento del crédito de consumo

Los préstamos para comprar un carro crecieron un 27% en un año; más del doble que la cartera total

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El financiamiento para la compra de vehículos se ha convertido en uno de los motores que impulsan el crecimiento de la cartera de crédito destinada al consumo.

Con un incremento interanual a julio del 27,2%, estos préstamos presentan uno de los aumentos más acelerados entre los diversos tipos de financiamientos clasificados dentro de la categoría de consumo por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

Aunque el laurel del mayor crecimiento se lo llevan los préstamos para reparación de vehículos, con un 27,7% de variación interanual, su peso dentro de la cartera de consumo es mucho menor al financiamiento para la compra de carros.

En total, los créditos destinados a cubrir necesidades de consumo muestran un alza interanual del 17% entre julio 2012 y el mismo mes de este año. El saldo de este tipo de préstamos asciende a ¢2,2 billones actualmente y es una quinta parte de todo lo que se presta en el país.

El ritmo de aumento de ese rubro es más acelerado que el experimentado por toda la cartera de crédito en el sistema financiero, la cual ha subido un 12,4% en el último año.

Este segmento del mercado podría ser uno de los más exitosos para los bancos, en un periodo marcado por una demanda adormilada y los topes de cartera que rigieron durante seis meses.

“Hubo buenos resultados en la colocación de crédito para autos muy de la mano de nuestro Autoshow”, comentó Carlos Brina, subgerente de Scotiabank.

El crédito de consumo ya ha rendido frutos importantes para el sector financiero.

“De 2010 a la fecha, el crecimiento del crédito hacia consumo y vivienda explicó 68% del crecimiento y en 2013 esa cifra se incrementó aún más”, comentó Jorge López, jefe de Banca de Personas en Banco Cathay.

No obstante, dentro del capítulo de consumo, las tarjetas de crédito siguen teniendo el mayor peso, lo mismo que el rubro categorizado como “Otros”.

Mercado de alto octanaje

Los bancos Cathay y Scotiabank son dos de los que han apostado mucho más al financiamiento para la compra de vehículos.

Este tipo de crédito representa el 33% de los ¢59.020 millones que Scotiabank tiene colocados en la cartera de consumo, mientras la apuesta de Cathay es mayor, pues estos préstamos representan el 42% de la cartera de consumo, que asciende a ¢6.191 millones.

“La adquisición de activos por parte de las personas va en aumento. Definitivamente, para nosotros el crédito prendario representa uno de los mejores crecimientos del banco”, dijo López.

Mientras tanto, el Banco Nacional tiene un 26,9% de su portafolio de consumo destinado a la compra de vehículos.

Un segmento que, sin duda, le llama la atención a la entidad financiera más grande del país. En un año, el dinero prestado para este fin subió más del doble, de ¢28.825 millones a ¢71.120 millones a julio pasado.

Aunque porcentualmente es un crecimiento importante, palidece ante el que ha experimentado Banco Lafise, aunque con un monto de cartera más modesto.

Esta entidad potenció el financiamiento de vehículos, que pasó de ¢7,9 millones en julio del 2012 a ¢4.585 millones, dinamismo que forma parte de una estrategia anunciada a iniciar el 2013 por su subgerente Mario Hernández.

El jerarca detalló que mantener el crecimiento en este tipo de colocaciones estaba entre las metas del banco, debido a la contribución que el financiamiento de autos tiene en la cartera total.

El “tarjetazo”

Entre tanto, si bien el crédito en tarjetas ha tenido un desempeño menos dinámico que el de vehículos, su peso en la cartera de crédito es mayor.

De hecho es la categoría de mayor importancia después de “Otros rubros de consumo”, que engloba préstamos destinados a financiar gastos en viajes, educación, reparación de autos, servicios médicos, y otros.

Las obligaciones adquiridas por los costarricenses en tarjetas de crédito ascendieron a ¢701.719 millones de colones, casi la tercera parte del dinero prestado para consumo.

Para algunos bancos, el negocio de tarjetas de crédito es estratégico, como en Promerica.

Para esta entidad, las estos activos representan el 82,2% de toda la cartera de consumo, el mayor peso entre los 15 actores del Sistema Bancario Nacional.

En total, son ¢70.500 millones repartidos entre los 41 diferentes tipos de tarjetas de crédito que el banco mantiene en el mercado local. El número es superado solo por Credomatic, con 67 diferentes tipos de plástico.

El crédito plástico también es un componente fuerte para Citibank, pues la cartera de ¢96.6487 millones representa el 62% del dinero prestado para consumo.

El mismo peso porcentual tienen para BAC San José, cuyas colocaciones en plásticos sobrepasan los ¢244.000 millones.

En este segmento del mercado, Lafise repite como el banco que registra un mayor incremento en sus colocaciones. Entre julio del año pasado y el mismo mes del 2013 crecieron un 50,7%.

Concentración

Las tres grandes categorías de tarjetas, autos y “otros rubros de consumo” sobrepasan en dinamismo y peso a las demás.

Por ejemplo, agrupados los créditos para educación –separados en financiamiento universitario, parauniversitario y capacitaciones– solo crecen un 0,1%.

Mejor desempeño han tenido los préstamos para costear servicios médicos que registran un aumento del 24%, aunque su peso es muy pequeño dentro de la cartera de consumo (0,1%).

Un comportamiento que refleja un segmento de consumo concentrado en los pesos pesados de tarjetas y autos.