Crece consumo de bienes finales

Importación de materias primas se reduce y aumenta la de alimentos, bebidas y medicamentos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La composición de las importaciones costarricenses está cambiando, al reducirse la compra de materias primas y ampliarse la de bienes de consumo final como alimentos importados, vehículos, ropa, calzado, entre otros.

Si en el 2005 la importaciones de materia prima –insumos para la producción–, representaba el 57% del total importado, hoy ese rubro se redujo al 47%.

Por el contrario, la importación de bienes finales pasó de representar el 17% a ser el 25% del total.

Los datos hablan de una economía donde el consumidor de bienes finales está ganando poco a poco un mayor protagonismo. De hecho, esta mayor participación en las importaciones de este tipo es una tendencia presente desde al menos 15 años.

También se evidencia un aumento de la factura de combustibles y lubricantes, lo que demuestra que esta economía también está siendo cada vez más dependiente de los hidrocarburos.

Los cambios en el comportamiento de las importaciones tiene relación con la estructura productiva del país, que recuesta su dinamismo reciente en el sector de zona franca y servicios.

El economista Francisco Gamboa, de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), indicó que la masa de más de 30.000 empleados en zona franca están engrosando la demanda de productos de consumo importados.

Además, este grupo de trabajadores, según un reciente estudio del Estado de la Nación, percibe un salario promedio mayor respecto al resto del país.

¿Qué consumen?

Entre la categorización de los productos o servicios importados, los de mayor peso son los de tipo no duradero.

Un 70% de todos lo productos finales que se importan son alimentos, bebidas, artículos de tocador y productos farmacéuticos. El restante 30% corresponde a los bienes duraderos donde se incluyen los electrodomésticos, muebles y vehículos, entre otros bienes de uso doméstico.

En total, en lo que va del 2012, el país ha consumido $1.620 millones en bienes no duraderos versus $699 en bienes duraderos, una diferencia que tiende a elevarse.

Los costarricenses estamos consumiendo cada vez más bienes de consumo no duraderos.

El ritmo de crecimiento de la importación de bienes de este tipo, es un 21% mayor interanual en agosto pasado, mientras que la importación de bienes duraderos crece apenas a un ritmo del 12%.

Lo anterior solo demuestra, para la economista Edna Camacho, los gustos y preferencias del consumidor costarricense, más no un riesgo de financiamiento de la balanza de pagos del país (entrada y salida de divisas).

¿Cómo se paga?

Al momento de pagar la factura por el mayor consumo de bienes finales, se evidencia que está siendo impulsado por un fuerte crecimiento del crédito.

Desde finales del 2011 las entidades financieras han dinamizado mucho sus colocaciones y para el 2013 mantienen expectativas similares.

El presidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños, advierte que el déficit de la balanza de pagos continúa cercano al estimado 5% del Producto Interno Bruto, y financiado por fuentes sanas, a saber, Inversión Extranjera Directa (IED), financiamiento a largo plazo del Gobierno y reservas monetarias internacionales.

Sin embargo, advierte que el crecimiento del crédito, especialmente el de dólares (del 17%) llama a la cautela.

El aumento de las importaciones, en general, suponen una factura en ascenso que se ha venido mitigando gracias al crecimiento de las exportaciones de servicios.

Estas han reducido la brecha creciente de la balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes).

De hecho, el déficit comercial, se ve reducido en más de dos veces si se incluyen las exportaciones de servicios, que en el 2011 representaron el 32% del total exportado. .

El financiamiento de la brecha no está en riesgo pero, este año se preve que la IED no será capaz de cubrir el 100% del gasto, en el tanto el consumo de bienes no duraderos crece a ritmos del 20%.