El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos (diferencia entre el ingreso y la salida de divisas del país) cerró el año pasado en un 5,7% del PIB, levemente superior al 5,2% estimado por el Banco Central.
El faltante alcanzó los $2.341 millones y, aunque es superior en monto al del 2011 ($2.202 millones), es menor en términos relativos al de ese año, que había sido del 5,9% del PIB.
El déficit fue empujado por un mayor crecimiento de las importaciones durante el 2012. Por esa razón, la cuenta de bienes (solo incluye exportaciones e importaciones) cerró con un faltante de $5.309 millones, mientras que la cuenta de servicios arrojó un superávit de $3.525 millones.
Entre tanto, la cuenta de capital y financiera (que refleja el ingreso y la salida de divisas por asuntos financieros) tuvo un fuerte crecimiento el año pasado y terminó con un superávit del $4.384 millones (un 71% más en relación al 2011).
Dicho incremento se ve reflejando en la adquisición de títulos de deuda, lo cual coincide con el fuerte ingreso de divisas que tuvo el país el año pasado y que se supone entró para aprovechar las altas tasas de interés locales y el tipo de cambio estable.
Entre tanto, la Inversión Extranjera Directa (IED) cerró en $2.265 millones, es decir, $110 millones por encima de la del año anterior. Esa cifra cubre en un 96% el déficit de la cuenta corriente.
El Banco Central recientemente publicó las cifras de cierre del 2012 de las cuentas nacionales y reveló que la producción creció un 5,1% en términos reales.
Para este año, el Central estima que el faltante de la cuenta corriente cerrará en un 4,9% del PIB ($2.440 millones) y la IED andará en el orden de $2.051 millones.