El déficit fiscal llegó a 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en marzo, ligeramente por encima del 1,3% que registró hace un año.
La contracción de los ingresos totales explica gran parte de este resultado, mientras que los gastos sin contar intereses crecieron casi ocho puntos porcentuales menos que al mismo corte del 2017.
Los intereses de la deuda se mantienen como el lastre de las finanzas públicas con un dinamismo cada vez mayor. A este rubro se suman las transferencias al sector público.
Las entradas de dinero cayeron 1,3%, producto de la reducción de los ingresos tributarios y aquellos que no lo son.
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La causa principal de este resultado es la menor importación de vehículos, electrodomésticos y componentes electrónicos, explicó el Ministerio de Hacienda mediante un comunicado de prensa.
Esta dinámica del mercado provocó una caída de 0,3 puntos en la recaudación del impuesto de ventas, y de 9,6% en la del impuesto selectivo de consumo.
A febrero, el crecimiento de la actividad económica de Costa Rica está explicado en un 73% por la industria de servicios. Este resultado evidencia la necesidad de ampliar la base del impuesto general sobre las ventas a los servicios.
Lo anterior, según Hacienda, le permitiría contrarrestar la erosión de la base tributaria cuando las importaciones de bienes se desaceleran, como ocurre actualmente.
Las cifras del gasto total, por su parte, muestran un dinamismo de 6,3%, por debajo del 9,5% registrado un año atrás.
Esta diferencia se logra en una contracción de los gastos por bienes y servicios, menor crecimiento de las transferencias del sector privado y externo, así como una reducción de los gastos de capital.
La cara contraria -gastos que crecieron más- está representada por los gastos por remuneraciones que crecieron 5,7% (3,2% hace un año) y los egresos por el pago de intereses de la deuda que repuntaron 27% (6,4% en 2017).
"Los intereses continúan presionando el crecimiento del gasto, por ello es urgente reducir el costo financiero de la deuda", afirmó Leonardo Salas, ministro de Hacienda a.i.
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Además, aunque el aumento general de las transferencias ejecutadas por el Gobierno registraron una baja, la cifra del sector público evidenció lo opuesto.
Los movimientos a la acera estatal pasaron de un dinamismo de 7,6% a 9,3% en el último año.