El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que constituye el punto de partida para estimar las variaciones de los precios en la economía (inflación), pasa por un proceso de actualización que deberá culminar en el segundo semestre del 2014.
El Índice, que actualmente sirve de brújula para el Banco Central (BCCR) en la determinación de su política monetaria, data del 2006 pero se basa en la información recopilada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos realizada en el 2004.
El remozamiento actual le permite al país acortar distancias con las recomendaciones internacionales en torno a la actualización de este indicador.
“La recomendación es que las encuestas de Ingresos y Gastos se realicen cada cinco años, pero depende de los fondos disponibles”, comentó Odette Navarro, coordinadora del Área de Estadísticas Continuas del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
El actual IPC se acerca a la década y llegó a sustituir al anterior, construido con datos de 1995.
Consumo dinámico
La encuesta permitirá detectar las variaciones en los patrones de consumo de los hogares.
El trabajo de recolección de información inició en setiembre de 2012 y está programado para concluir en octubre de este año.
“Los gustos y preferencias de los consumidores cambian y así también la forma como distribuyen sus ingresos entre los distintos bienes y servicios disponibles en el mercado. También cambia la oferta de bienes y servicios en el mercado”, señaló Alberto Franco, economista socio de Ecoanálisis.
Actualmente el IPC mide los vaivenes en los precios de 292 bienes y servicios. A cada uno se le asigna un peso determinado en el índice que corresponde con su importancia en el presupuesto familiar.
“Es muy posible que veamos cambios en la estructura de esa canasta de bienes. Los servicios de telecomunicaciones posiblemente ganen importancia”, comentó Pablo Sauma, del Instituto de Investigaciones Económica de la Universidad de Costa Rica.
Actualmente, la gasolina es el artículo con mayor peso en la canasta del IPC, seguido del casado y el alquiler de la vivienda.
Los servicios de telefonía fija y celular aparecen cerrando los diez artículos con mayor ponderación. Los servicios de Internet y la televisión por cable tienen ponderaciones mucho menores.
¿Más cobertura?
Junto a estos cambios, el INEC estudiará la pertinencia de ampliar la cobertura territorial del IPC.
Actualmente, el Instituto utiliza una muestra que sobrepasa los 2.000 establecimientos entre supermercados, pulperías, tiendas, farmacias y otros para recolectar información sobre los precios de los bienes y servicios.
Estos establecimientos se distribuyen en 114 distritos de San José, Alajuela, Cartago y Heredia.
La intención del equipo al mando de Navarro es determinar si es pertinente ampliar la captación de información para incluir establecimientos fuera de la región central y de áreas rurales a pesar del incremento en los costos que esto significaría.
“Sería interesante tener información del resto del país, aunque siendo un territorio pequeño y los precios tienden a ser uniformes”, opinó Sauma.
Esta posibilidad deberá definirse en etapas posteriores del proceso de actualización, que es financiado, en parte, con fondos del Banco Central.
Esta entidad cubrirá los ¢2.700 millones que cuesta realizar la Encuesta de Ingresos y Gastos, pues está inserta en el plan para renovar el cálculo de las cuentas nacionales.
Este proceso concluirá en 2015 con la publicación de un nuevo cálculo del Producto Interno Bruto (PIB).
Esta actualización generalizada de indicadores en los que trabajan varias entidades aportará una imagen más clara de la economía nacional.