"Escucharon nuestro llamado". Así celebró la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) la noticia dada por el Banco Central la tarde de este miércoles sobre la eliminación a las restricciones al crédito impuesta por la entidad en enero del presente año.
Según manifestó Gilberto Serrano, presidente de la ABC, la institución agradece la atención y se compromete con las autoridades del país para apoyar los esfuerzos de reactivación económica mediante una concesión responsable del crédito.
"Es un paso importante para lograr la reactivación de la producción y el empleo, pues existe claridad que el entorno económico mundial y local ha cambiado y que la inflación se mantiene controlada", aseguró.
La presidenta Laura Chinchilla manifestó en su cuenta oficial de la red social Twitter, que aplaude la decisión del Banco Central pues "el estímulo a la demanda interna es prioridad".
Por su parte, Randall Murillo, director ejecutivo de la Cámara de la Construcción (CCC), aseguró que si bien celebró la noticia, la preocupación sobre el sector no cesa.
"Celebramos que se elimine la restricción pero por otro lado vemos con preocupación lo que se viene, pues la medida se está tomando cuando los daños son irreversibles. El daño ya está hecho, ya el sector está afectdo y será muy difícil revertir esas consecuencias en lo que queda del año", expresó.
Datos revelados por la Cámara de la Construcción en días pasados mostraron una baja del 7,6% en la cantidad de metros cuadrados de construcción tramitados durante el primer semestre del año, a consecuencia de la restricción.
Para la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), otra de las instituciones que habían ejercido presión para que la medida se eliminara, la noticia cae en un buen momento.
"La medida fue la correcta y confirma nuestra posición de el desempleo y la desaceleración que vive actualmente la economía nacional son una respuesta al mecanismo que rige desde principios de año", opinó Luis Mesalles, segundo vicepresidente de Uccaep.
La Asociación Bancaria, apoyada por Uccaep, habían denunciado que la directriz del Central habría generado la pérdida de cerca de 14.000 empleos y fuese la responsable de que la producción del país se haya desacelerado durante los primeros meses del año.
La restricción al crecimiento del crédito estaba prevista, se mantuviera, hasta octubre próximo. Evitar el exceso de liquidez en la economía y así frenar presiones inflacionarias y riesgos de dolarización, fue la motivación de parte del Banco Central para imponer la directriz.