Eurozona da luz verde a Grecia para negociar nuevo plan de rescate y le desembolsa 7.000 millones de euros

Bancos griegos podrían abrir el lunes pero tardarán tiempo en normalizar de nuevo su actividad ya que probablemente se mantendrán las limitaciones a la retirada de efectivo

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Bruselas. Los socios de Grecia ultiman el desembolso de 7.000 millones de euros de ayuda urgente para Grecia que permita a Atenas hacer frente a sus compromisos inminentes, y se disponen a iniciar las negociaciones para conceder al país un tercer rescate.

La aprobación del Parlamento griego de un primer paquete de medidas exigidas por los socios al Gobierno de Alexis Tsipras ha sido valorada, en términos generales, como "satisfactoria" por el Eurogrupo, y ha dado pie a estas decisiones.

En concreto, el Eurogrupo ha dado hoy su consentimiento tanto a la apertura de las negociaciones de un tercer programa como a la ayuda financiera que recibirá el país para asegurar sus necesidades hasta que se firme el rescate, lo que no se espera que suceda antes de mediados de agosto.

"Hay un acuerdo en principio para una financiación puente para Grecia, basada en el Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF), un procedimiento que se finalizará mañana a mediodía", anunció el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis.

La decisión será tratada mañana en una teleconferencia del Comité Económico y Financiero de la Unión Europea, que reúne a los segundos de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, tras lo que se espera que sea aprobada por un procedimiento escrito.

Esta aprobación será la luz verde definitiva que permitirá el uso de unos 7.000 millones de euros del MEEF, un fondo que se nutre del presupuesto de la Unión Europea y que ya se utilizó en los rescates de Portugal e Irlanda.

Para eludir el veto de los países que no son miembros del euro y se negaban a participar de ningún tipo de ayuda a Grecia por virtud de un acuerdo que fue forjado por los líderes de la eurozona y no a Veintiocho, el desembolso estará garantizado por los beneficios de los bonos helenos en poder del Banco Central Europeo (BCE).

La garantía permitirá que en el caso de que Atenas no devuelva el dinero, las pérdidas sean solo asumidas por la eurozona, lo que en principio permitirá que mañana países como el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, República Checa y Polonia no bloqueen el uso de unos fondos que Grecia necesita con urgencia, para hacer frente a sus obligaciones inminentes.

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció el aumento de los préstamos de emergencia para los bancos griegos y apeló al Gobierno de Atenas a despejar las dudas sobre su voluntad y capacidad de cumplir los compromisos de reformas.

El aumento es de 900 millones de euros, hasta 89.500 millones, el máximo de la provisión de liquidez de emergencia durante una semana para los bancos griegos porque se han producido cambios positivos en la situación que hacen que se den las condiciones para incrementar esta asistencia.

"Si los acontecimientos se desarrollan de forma positiva como en los dos últimos días, estaremos dispuestos, en cooperación con el Banco de Grecia, a proporcionar a la economía griega liquidez", afirmó Draghi.

Además, el consejo de gobierno del organismo, que mantuvo los tipos de interés en el 0,05 %, votó por una mayoría de dos tercios a favor de aprobar la solicitud de aumento del Banco de Grecia.

La decisión de aumentar los préstamos de emergencia muestra que el BCE confía en que Grecia va a cumplir sus compromisos y da algo de oxígeno al sistema bancario heleno, que desde hace más de dos semanas está en coma inducido. Todavía se tardará un tiempo hasta que los bancos griegos, que podrían abrir el lunes, logren normalizar de nuevo su actividad ya que probablemente se mantendrán las limitaciones a la retirada de efectivo de los cajeros, que ahora son de 60 euros diarios, y los controles de capital.

Atenas observa cómo se aproxima el pago de 3.500 millones de euros y unos 700 millones más de intereses al BCE que tiene que efectuar el 20 de julio, ya que de no cumplir, las consecuencias podrían ser demoledoras para el país.

Grecia está sometida a un control de capitales desde el pasado 29 de junio, en la víspera de que expirara el segundo rescate y Atenas incumpliera un pago de 1.500 millones de euros al FMI.

La banca helena depende de las líneas de financiación de urgencia del propio BCE, que llevaban congeladas desde la ruptura de las negociaciones y el fin del segundo rescate a Grecia a finales de junio sin un acuerdo, pero hoy recibió un respiro.

Además del visto bueno comunitario, la llamada "financiación puente" deberá recibir también el apoyo de varios parlamentos nacionales antes de ser desembolsada, procedimientos que se esperan que se completen mañana, para proceder al pago el próximo lunes a más tardar.

Uno de los primeros obstáculos ya ha sido salvado: lograr el visto bueno del Parlamento finlandés, un país donde la reciente entrada de los ultraderechistas "Verdaderos Finlandeses" en el gobierno de coalición hacía presagiar complicaciones.

El parlamento de Finlandia también ha dado su visto bueno a la segunda decisión tomada hoy, en principio también, por los socios de Grecia: iniciar las negociaciones para un tercer rescate al país, anunció el ministro de Finanzas de ese país, Alexander Stubb, en Twitter.

Esta decisión también tiene que recibir mañana el respaldo del Consejo de Gobernadores del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), integrado por los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, así como de los parlamentos nacionales, como el alemán.