G20 aumentará su PIB en más de 2% en cinco años luego de acuerdo firmado en Australia

El G20 admite que, a pesar de los signos de recuperación, la economía global aún está lejos de alcanzar un crecimiento fuerte y sostenido

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Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G20, reunidos en Sídney, acordaron acelerar el crecimiento de la economía global en un 2% durante el próximo lustro.

“Vamos a desarrollar políticas realistas y ambiciosas con el objetivo de aumentar nuestro PIB (producto interior bruto) en más de 2% por encima de la trayectoria que implican nuestras actuales políticas en los próximos cinto años”, cita el comunicado final.

La proyección de crecimiento está en línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Este crecimiento supone más de $2 billones adicionales en términos reales y generará una suma significativa de empleos”, señala el escrito emitido al final de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes).

El comunicado final de la cita, que se celebró en Sídney, indica que, si bien la reducción de estímulos monetarios pueden “conducir a una excesiva volatilidad” y dañar el crecimiento, su “respuesta principal será fortalecer y perfeccionar los marcos de política estructural y financiera macroeconómicas internas”.

Para lograr este objetivo, ese estableció el Plan de Acción de Brisbane, que incluirá acciones concretas en los países que forman el G20 en materia de creación de empleo, incremento de la inversión, mejoras en las políticas comerciales y promoción de la competencia, entre otras políticas macroeconómicas.

Los países del G20, además, se comprometen a luchar contra la evasión fiscal de las grandes multinacionales en la era digital y a apoyar el Plan de acción contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, conocido como BEPS, por sus siglas en inglés.

El grupo espera que para la cumbre de líderes del G20, que se celebrará en noviembre en la ciudad de Brisbane, se comience a implementar “medidas efectivas, prácticas y sostenibles” en materia tributaria y en una economía cada vez más globalizadas.

Asimismo, el G20 apoyó los estándares para el intercambio de información financiera de forma recíproca y se comprometió a trabajar en aras de la implementación de un plan para la próxima reunión de ministros y gobernadores de bancos centrales que se celebrará en septiembre próximo en la ciudad australiana de Cairns.

El tesorero australiano, Joe Hockey, anfitrión de la cita, calificó como “ambicioso” pero “tangible” el acuerdo que contó con el beneplácito de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Sin embargo, el G20 fracasó en avanzar en la reforma del FMI para permitir una mayor participación de los países emergentes en las decisiones del organismo acordadas en 2010 y se limitó a instar a Estados Unidos a hacerlo antes del próximo abril.

Además, el G20 admite que, a pesar de los signos de recuperación, la economía global aún está lejos de alcanzar un crecimiento fuerte y sostenido.

El presidente de Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, consideró que la recuperación de Europa es aún “modesta” y la deuda pública se mantiene muy alta.

“Vemos progresos, pero también vemos riesgos que pueden comprimir la recuperación”, declaró Dragui.