Gerente del Banco Nacional confía en recuperación de la demanda de crédito para construcciones y vivienda

Su gerente, Bernardo Alfaro, señaló que los primeros meses del año no se caracterizan por fuertes demandas de préstamos

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El año 2020 fue un año sin precedentes para la economía nacional y los bancos también sufrieron las consecuencias, al experimentar una disminución en la demanda de nuevos créditos y otros efectos. Con apenas tres meses transcurridos del 2021, uno de los principales bancos del país, el Banco Nacional, espera que sectores como el de la construcción se dinamicen y generen las cadenas productivas habituales, incluida la demanda de financiamiento.

Bernardo Alfaro, gerente general del Banco Nacional volvió a la entidad en octubre del 2020, donde ya se había desempeñado como subgerente general. Según comentó, a su llegada encontró un banco volcado hacia sus clientes más afectados por la difícil situación económica y el desempleo, una línea que continúan a través de moratorias y readecuaciones.

“Sabemos que el año pasado ni este son años como para salir a buscar resultados financieros muy positivos o utilidades muy altas, seguimos todavía con mucha incertidumbre en ese sentido”, comentó.

EF conversó con Alfaro sobre el comportamiento del crédito para este 2021 y algunas modificaciones que han afectado a la institución.

Según el Banco Central, una mayor oferta de préstamos bancarios permite un mayor gasto de los agentes económicos, ya sea en consumo o en inversión, lo que dinamiza la economía nacional. Sin embargo, la demanda de nuevos créditos se estancó desde año anterior.

El último reporte del índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) señala que el volumen total del crédito real (descontado el efecto de la inflación) presenta una tasa de variación cercana a cero entre los meses de abril 2020 a enero 2021. Mientras que las tasas de variación trimestral muestran un repunte del crédito en colones a partir de setiembre del año anterior.

Alfaro mantiene las expectativas puestas en una mayor reactivación del sector construcción, sobre todo en proyectos verticales de vivienda. Esto despertaría, además del financiamiento al sector inmobiliario, la colocación de nuevos créditos para la compra de casas. La entidad espera un crecimiento del 3% de su portafolio, una visión similar a otras entidades.

Esto, mientras la entidad lidia con la disminución de ingresos por modificaciones relacionadas a las comisiones de intercambio así como el cobro que hace unos meses ejecutaban entre sus comercios afiliados por el uso de datáfonos de la entidad. A la vez procuran mantener un equilibrio entre la disminución de tasas de interés en los créditos y el ofrecimiento de condiciones favorables para sus ahorrantes.

Según datos obtenidos de la plataforma de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), el saldo de la cartera de crédito al día en el Banco Nacional a febrero de este año de era de ¢4,1 billones.

Alfaro señaló que la demanda de créditos en colones ha aumentado, lo que implica que los deudores están interiorizando cada vez más el riesgo cambiario.

Asimismo, el Banco Nacional otorgó en crédito entre marzo de 2020 y febrero de 2021, ¢710.000 millones, en casi 36.000 operaciones. Específicamente en el sector construcción (que incluye proyectos de construcción así como créditos para vivienda), en ese mismo periodo se otorgaron más de ¢184.000 millones en 2.356 operaciones.

Expectativa

La estimación de crecimiento de la cartera de crédito es de un 3% para este 2021, ¿Cómo se ha comportado durante los primeros meses de este año?

Eso es lo que tenemos previsto, y está alineado con la proyección de crecimiento del crédito del sector privado del Banco Central en su programa macroeconómico.

Estos primeros meses han sido un poco volátiles. En febrero tuvimos un pequeño descenso del saldo de la cartera. Pero esos dos primeros meses del año suelen ser estacionalmente flojos en términos de crecimiento. El segundo semestre de cada año es en el que hay un crecimiento más fuerte del crédito. Enero fue muy esperanzador, en febrero la cartera desciende levemente y en marzo según los primeros datos que tenemos es que se mantuvo muy estable, lo cual es lo esperable. Recordemos que los créditos otorgados previamente sufren amortizaciones, significa que la cartera desciende.

Mantener el saldo de cartera implica colocar un buen poco, solo para mantener el saldo, precisamente para compensar esas amortizaciones. Mantener el saldo ya implica una colocación relativamente importante en un tamaño de cartera como el nuestro.

¿Cuáles van a ser los sectores donde se van a reforzar los productos de crédito?

Para crecer, lo que estaríamos previendo es encontrar algunos segmentos en los que la demanda de crédito muestre mayor dinamismo. En estos primeros tres meses lo que nos tiene satisfechos y esperanzados es que el sector construcción está demandando bastante crédito.

Hemos aprobado en estos primeros meses créditos en desarrollos inmobiliarios verticales que implican que sigue esa tendencia a la construcción de torres habitacionales, de condominios. Vienen varios proyectos que ya se están ejecutando en los cuales estamos nosotros financiando y eso es un dinamizador importantísimo de la economía.

El sector construcción genera mucho empleo, y sobre todo del que más se ha visto afectado en el último año. Posteriormente va a venir la venta de los condominios y por lo tanto la demanda de créditos de vivienda, que sigue de manera interesante con un dinamismo importante.

¿Qué acciones se han realizado para flexibilizar o facilitar el crédito a los sectores más afectados por la pandemia como turismo, construcción y comercio?

Esos sectores han sido de los más favorecidos por las líneas de las operaciones diferidas a plazo del Banco Central, una buena cantidad de esos recursos están yendo a esos sectores y a aquellos deudores que han aceptado colonizar deudas que tenían en dólares, lo cual no ha sido fácil en el sector turismo.

En turismo y transporte, más del 80% de nuestra cartera en esos dos sectores fue readecuada lo que significa que todos ellos recibieron moratorias, adecuaciones, reducciones de tasas de interés y ampliaciones de plazo.

Hace poco ustedes informaron de la decisión de suspender el cobro mensual por el uso de datáfonos en comercios afiliados. ¿Cómo afecta en cuánto ingresos a la entidad?

Con eso (el cobro) pretendíamos recuperar una partecita de los ¢14.000 millones menos de ingresos que vamos a tener por la ley de topes a las comisiones de intercambio y de adquirencia. Esa parte que pensábamos compensar por esa vía no la vamos a tener, suspendimos ese cobro. Buscaremos cómo recuperar eso por la vía seguramente del gasto. (...) Estamos siendo austeros y algo que ha contribuido a eso es que un 65% de la gente de BN está en salario único, no tiene ningún tipo de pluses de esos característicos del sector público.

¿Les afectó la ley de topes a las tasas de interés (conocida como ley de usura)?

De momento no hemos tenido gran afectación por la ley de usura, pero no podemos descartar que la haya a futuro. La ley contiene un pequeño problema que fue advertido en su momento, y es que el Banco Central debe calcular la tasa de usura cada seis meses y para calcular esa tasa de usura se usan los promedios de las tasas cobradas a lo largo de los seis meses, por todas las entidades del sistema financiero.

(...) No podríamos descartar que a futuro, en cierto momento, la tasa de usura que calcule el banco central ya empiece a estrujar las tasas que se cobran en algunos productos que se caracterizan por el mayor riesgo que contienen.