Las tabernas, bares, cafeterías y otros negocios de restauración en Grecia comenzaron el mes con una bajada del impuesto sobre el valor agregado (IVA) del 23% al 13%, una medida que el Gobierno del conservador Andonis Samarás ha logrado para insuflar oxígeno al consumo privado.
Si bien los acreedores internacionales no están convencidos del sentido de esta reducción, como reconoció el propio Samarás, el Gobierno espera que los restauradores traduzcan esta medida en el correspondiente descuento de los precios.
"Es una medida muy buena. La gente no tiene dinero y lógicamente esperamos que esto la atraiga, pero veremos a ver qué ocurre en la práctica" , explicó a Efe el gerente de una taberna, Mijalis Petrópulos, mientras mostraba el nuevo menú con los precios antiguos y los nuevos, entre 40 y 50 céntimos más baratos por platos en torno a los 6-7 euros.
Matemáticamente la bajada en diez puntos porcentuales del IVA debería traducirse en una reducción de los precios del 8,1%, pero si se parte de un cálculo más realista el Gobierno no cree que haya una abaratamiento superior al 5%.
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el sector de la restauración contempla que todo establecimiento que aplique una rebaja de al menos el 5% en tres cuartas partes de sus productos, recibirá un distintivo acreditativo en el que se lee: "Ha bajado el IVA, aquí bajamos los precios" .
"Hasta ayer habíamos distribuido 7.000 distintivos. El público debe mostrar su preferencia a favor de las empresas que han bajado sus precios" , dijo a Efe Yorgos Kavvazás, presidente de la confederación de pequeñas empresas (GSEVEE) .
"Creo que finalmente de las alrededor de 100.000 empresas de restauración al menos un 30% reducirá sus precios" , añadió.
La rebaja, no obstante, no se aplica a las bebidas alcohólicas ni a las consumiciones líquidas para llevar, que mantendrán un tipo del 23%.
"Esto es Grecia, y aquí las cosas se hacen a medias" , se quejaba esta mañana Jristos Karathanasis, dependiente de un pequeño bufé de comida y bebida para lleva.
Desde marzo de 2010 hasta septiembre de 2011 el IVA en la restauración experimentó un salto -en varias fases- de catorce puntos porcentuales (del 9% al 23%).
Al principio, los restaurantes y cafeterías trasladaron este ascenso a los precios del menú, pero con el tiempo y el recrudecimiento de la crisis, tuvieron que bajar precios para recuperar clientela, es decir, asumieron ellos mismos la subida de este impuesto.
De momento, la medida tiene fecha de caducidad, y el conservador Samarás únicamente logró el " sí " de la troika formado por la Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional, a cambio de que pueda demostrar su efectividad.
Por ese motivo, si no hay una visible mejora económica, además de una reducción del fraude fiscal, la reducción expira el 31 de diciembre.