Los ingresos del Gobierno continúan la tendencia a la baja que han mostrado desde 2016. El dinamismo que mostraron en noviembre es el más bajo de los últimos cinco años.
La variación interanual de los ingresos corrientes fue de 1,83%, por debajo de las cifras de 8,89% y 5,38%, vista en en 2016 y 2017, respectivamente.
¿Qué explica este comportamiento? La menor importación de vehículos, un menor aumento en la recaudación del impuesto de ventas, la desconexión entre entre el crecimiento económico y la recaudación de impuestos y el impacto de la incertidumbre generada por el proceso de la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y la huelga del Magisterio Nacional.
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El déficit fiscal fue de 5,57% del Producto Interno Bruto (PIB), por encima del 5,04% de hace un año. Mientras, el balance primario dio como resultado 2,33%.
El egreso total del Gobierno, sin intereses, registró el menor repunte de los últimos seis años. La cifra fue de 2,9%.
Sin embargo, los gastos corrientes, por su lado, crecieron 7,6% a noviembre. Los intereses explican gran parte (el 50,1%) de ese dinamismo.
El pago de intereses representó el 3,24% del PIB (unos ¢201.000 millones más que hace un año).
“En buena medida, los retos que se asoman para el 2019 estarán asociados a la búsqueda de opciones de financiamiento que mitiguen el alto crecimiento de las tasas de interés en el mercado local, así como a la apuesta en el funcionamiento de las reformas de la Ley de Fortalecimiento para mejorar los controles y aumentar la recaudación”, explicó Rocío Aguilar, ministra de Hacienda en un comunicado de prensa emitido este 18 de diciembre.