Janet Yellen asume presidencia de la FED estadounidense con el reto de salir del estímulo monetario

Era considerada la segunda opción tras el exsecretario del Tesoro Larry Summers

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Janet Yellen asumió el cargo de presidenta de la Reserva Federal (Fed) con el reto de coordinar una salida suave del estímulo monetario en EE.UU. lanzado por su predecesor, Ben Bernanke, de quien era hasta ahora vicepresidenta.

Después de un agitado proceso de nominación, en el que era considerada la segunda opción tras el exsecretario del Tesoro Larry Summers, Yellen recibió el respaldo de los senadores demócratas más progresistas que la consideran más próxima y dudaban de las conexiones de Summers en Wall Street.

De este modo, Yellen se convierte en la primera mujer al frente del banco central estadounidense en un momento en el que la economía doméstica parece consolidar el repunte, y la tasa de desempleo, aunque muy paulatinamente, comienza a descender.

Los últimos indicadores mostraron un crecimiento del último trimestre de 2013 del 3,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) y la tasa de desempleo cerró diciembre en un 6,7 %, la cifra más baja en cinco años.

Antes estas circunstancias, la Reserva Federal ya ha iniciado la progresiva retirada del multimillonario programa de compra de bonos, cuyo volumen se ha reducido de $85.000 millones a $65.000 millones en la reunión de esta semana, la última con Bernanke al frente.

“Creo que es un juicio justo decir que ella es quizá algo más paloma que Bernanke, que está más preocupada por el desempleo, y más dispuesta a tomar riesgos sobre la inflación”, aseguró recientemente Ken Rogoff, economista de Harvard.

Las “palomas”, en la jerga de la Fed, se refieren a los economistas que están especialmente enfocados en el desempleo, frente a los “halcones”, más concentrados en controlar la inflación.

La Reserva Federal es uno de los pocos bancos centrales que cuenta con un doble mandato de fomento del pleno empleo y proteger la estabilidad de precios, por lo que se espera que Yellen no acelere el ritmo gradual de salida del estímulo marcado por Bernanke.

Aunque Yellen, de 67 años, será formalmente investida presidenta de la Fed en una ceremonia privada el lunes, desde este sábado se encuentra al frente del organismo, considerado el cargo más poderoso de EE.UU. después de la Casa Blanca.

Su primera comparecencia pública será el próximo 11 de febrero ante el Comité de Asuntos Financieros de la Cámara de Representantes ante el que presentará el informe semianual sobre la situación económica de EE.UU.

En esta ocasión, Yellen toma el volante del banco central estadounidense después de una semana de caídas en Wall Street y volatilidad en los mercados financieros de los países emergentes, que han visto cómo los inversores se retiraban a anticipando que la Fed continúe en su plan de retirada del dinero fácil.

No obstante, los analistas consideran que estas turbulencias en los emergentes no marcarán los ejes de la política monetaria en EE.UU.

“¿Considerarán el impacto de sus decisiones en los mercados emergentes? Sí, pero será de manera secundaria. Están gestionado la Fed en primer y principal lugar la economía de EE.UU”, señaló Dean Baker, economista y cofundador del Center for Economic and Policy Research de Washington, de tendencia progresista.

La próxima reunión de la Fed sobre política monetaria tendrá lugar el 18 y 19 de marzo, y tras ella Yellen ofrecerá por primera vez una conferencia de prensa, continuando la tradición instaurada por Bernanke con el objetivo de aumentar la transparencia.

Entonces, se comenzará a entrever cuáles serán las líneas maestras de la nueva Fed, la primera con una mujer al frente y la primera sin Bernanke, el gran arquitecto del plan de estímulo monetario.