Lenta recuperación y finanzas públicas retan a Barack Obama

Resolver el déficit de las finanzas públicas se ha convertido en principal reto para el mandatario

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Cuando Barack Obama, presidente de Estados Unidos, pise suelo costarricense el 2 de mayo, se encontrará al pie de la escalinata del Air Force One con cinco presidentes. Cada uno armado con una larga lista de peticiones.

Las posibilidades de que ellos reciban algo además de una cándida sonrisa están limitadas por el estado de la economía estadounidense, un tema que le ha sacado canas a la cabeza del inquilino de la Casa Blanca.

Iluminado por un aura de esperanza, Obama se convirtió en el primer presidente afroamericano el 20 de enero de 2009.

Desde ese momento comenzó una ardua lucha por sacar la economía estadounidense del bache más serio de las últimas décadas.

El derrotero de la economía norteamericana afecta indefectiblemente a Costa Rica.

Estados Unidos fue el destino de un 37,8% de las exportaciones ticas en el 2012 y el origen de un 72,6% del total de la Inversión Extranjera Directa (IED) atraída.

Además, el mercado norteamericano fue el punto de partida de un 39% de las llegadas de visitantes internacionales al país.

RCP productivo

El objetivo de la administración Obama ha sido reactivar el crecimiento económico y procurar un descenso del desempleo.

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“Obama llegó a la presidencia con el Producto Interno Bruto (PIB) contrayéndose, un desempleo creciente y el gasto y la deuda públicos disparados por los rescates al sistema financiero y la caída de la recaudación”, rememoró el economista Jorge Madrigal, exdirector de la División Económica del Banco Central de Costa Rica (BCCR).E

En el 2009, el presidente aplicó un electroshock de $241.500 millones al corazón productivo estadounidense para que diera señales de vida.

Los fondos provenían de un paquete de estímulo de $720.000 millones en recortes fiscales, ampliación de beneficios por desempleo y creación de puestos de trabajo que debían invertirse a lo largo de una década.

El corrientazo, junto a la política monetaria expansiva de la Reserva Federal, surtió efecto. Después de contraerse un 3,1% en el 2009, la economía crece hoy.

Sin embargo, los latidos de ese corazón productivo siguen siendo débiles. Aunque en el 2012 el PIB alcanzó un 2,2% de crecimiento real, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que en el 2013 la economía se expanda a menor ritmo.

Por otra parte, el desempleo alcanzó su máximo de 10% en octubre del 2009.

A partir de ese momento, comenzó un descenso lento. En febrero de este año la tasa de desempleo se situó en 7,6%.

Pese al camino avanzado, el indicador todavía está lejos del 6% que la Reserva Federal espera para repensar su política.

La merma en el desempleo ha mejorado el sentimiento de los consumidores, según las mediciones de la Universidad de Michigan.

Asimismo, las ventas minoristas registran aumentos anuales, aunque decrecieron un 0,7% durante marzo. La caída fue mayor a la prevista por los analistas.

Hasta el momento el sector inmobiliario y de construcción reporta también tendencias al alza en el otorgamiento de nuevos permisos de construcción, el inicio de obras residenciales y en el precio promedio de venta de las casas existentes.

“La reactivación económica aunque leve es importante para las expectativas de la gente”, comentó William Calvo, economista del Consejo Monetario Centroamericano.

Gancho al fisco

Con el aparato productivo caminando a media máquina, el mayor reto del presidente estadounidense es uno con el que se pueden identificar los costarricenses: las finanzas gubernamentales.

Con la crisis económica, los problemas fiscales se potenciaron, relató el economista Thelmo Vargas, durante un seminario de la firma Ecoanálisis el 18 de abril anterior.

El déficit del Gobierno Federal creció de un 3,19% del PIB en el 2009 a 10,13% en el 2010. El año pasado la brecha entre ingresos y gastos sobrepasó el 6% de la producción. Al mismo ritmo se disparó la deuda del Gobierno. Las obligaciones de la Casa Blanca pasaron de representar un 69,7% del PIB en el 2008, a un 103,2% de la producción el año pasado.

El principal obstáculo que enfrenta Obama es también un viejo conocido para Costa Rica, la incapacidad de los representantes en el Poder Legislativo de llegar a consensos.

“La política fiscal estadounidense está secuestrada por una discusión política en la cual no se alcanza acuerdo alguno”, dijo Fernando Rodríguez, economista de la Universidad Nacional.

Mientras Obama proponía aumentos en los impuestos para el 1% más adinerado de la población y recortes a los gastos del Ministerio de Defensa, los republicanos favorecen recortar otros egresos del Gobierno.

La ausencia de acuerdos se han resuelto con la aplicación de un mecanismo de ajuste automático aprobado durante la administración anterior, pero que tiene efectos recesivos en una economía débil.

Con este panorama, la petición que debería encabezar la lista de los mandatarios del Istmo es que finalmente la recuperación en Estados Unidos avance con paso más rápido y seguro.