Operadoras de bancos públicos lideran atracción de aportantes en la libre transferencia

Durante el 2018 cerca de 27.000 afiliados migraron a BCR Pensiones y BN Vital desde sus anteriores operadoras

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Los aportantes al Régimen de Pensión Obligatoria (ROP) prefieren las operadoras de los bancos públicos para mantener sus inversiones.

Lo anterior se evidencia en el comportamiento de la libre transferencia entre entidades, un dato publicado por la Superintendencia de Pensiones (Supén).

27.182 aportantes migraron hacia BCR Pensiones y BN Vital desde sus operadoras anteriores como Popular Pensiones, BAC y Vida Plena. Esto sucedió durante el 2018.

La libre transferencia surge a partir del derecho que tienen todos los afiliados y aportantes de moverse entre una operadora de pensión y otra, para asegurar que estén en la que le ofrezca –lo que a criterio de cada persona– serían las mejores condiciones.

El resto de las operadoras también registraron ingresos de nuevos aportantes, aunque en menor medida.

La que tuvo menores ingresos fue la operadora de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con un total de 1.909 en todo el 2018, casi el mismo número de personas que salieron de esa misma entidad hacia otras.

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La migración de afiliados no solo se evidencia en cantidad de aportantes sino también, en el movimiento de recursos.

BAC pensiones, por ejemplo, perdió ₡19.255 millones netos por concepto de libre transferencia de afiliados.

La operadora de la CCSS, tuvo una pérdida neta de ₡13.320 millones por el traspaso de clientes a otras operadoras.

Las pérdidas se explican porque el monto que migró a otras operadoras fue mucho mayor al monto que ingresó por medio de libre transferencia.

En meses recientes el movimiento total de recursos es variable. En marzo, las operadoras reportaron ante Supén una transferencia total de ¢5.586 millones. No obstante, en el último semestre, el volumen más alto se registró en noviembre del 2018 con ¢26.178 millones.

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Para Mauricio Ávila, gerente de Popular Pensiones, los procesos de movilización de afiliados responden más a una motivación de las fuerzas de ventas de cada operadora que a casos en los que un afiliado por análisis propio gestione su traslado.

“El proceso de cambio de un afiliado es altamente costoso para las operadoras. En nuestro caso, consideramos más provechoso mantener este proceso de forma equilibrada y dedicar más recursos a otros temas que den más valor a los afiliados, como manejo del gasto para lograr mejores utilidades, asesoría y un mejor servicio al cliente”, admitió Ávila.

El caso del Popular resulta de interés para la Superintendencia de Pensiones.

Según Álvaro Ramos, superintendente de pensiones, el Popular recibe automáticamente a todos los trabajadores que no declaran operadora al momento de afiliarse al ROP, por lo que es normal que el Popular tenga un número importante de entradas y salidas, cuando el afiliado decide por voluntad propia cambiar de operadora.

Otras operadoras como BAC, Vida Plena y BCR Pensiones se han concentrado en mantener activas sus plataformas de servicio, sucursales bancarias digitales y apoyo a los afiliados, como beneficios extra para que los aportantes se mantengan fieles a la empresa.

Los montos representan una erogación importante para el negocio de las operadoras, sin embargo, el crecimiento en la movilidad total entre operadoras de un año y otro ha bajado sustancialmente.

En el 2018 el porcentaje de crecimiento de la libre transferencia de aportantes fue de 1% en toda la industria, mientras que en el 2017 el crecimiento fue de 18% según datos de Supén.

La reducción en los movimientos de la industria tiene que ver con dos factores: por un lado, cada operadora ha implementado estrategias que apoyen en la lealtad de los afiliados, con proyectos enfocados en el servicio y la asesoría.

Además de esto, según comentan los representantes del mercado, los afiliados han reflejado una mayor madurez respecto al funcionamiento de los fondos.

Para Alejandro Solórzano, gerente de Vida Plena, el mercado ha mantenido una conducta muy estable en los últimos años y esto refleja madurez por parte del sistema y de los afiliados.

“Las personas ahora entienden un poco más sobre como funcionan los fondos, al ser inversiones a largo plazo, los rendimientos históricos son de gran importancia, más que la variación mensual. Esta situación se apega a los comportamientos de los países con regímenes de pensiones más maduros”, admitió Solórzano.

Para el superintendente de pensiones, es importante que el país tome iniciativas para que las personas estén informadas sobre cuál es la operadora que más les conviene.

Por esto, se han desarrollado algunos proyectos en torno a la educación financiera relacionada con los instrumentos de pensión.

Uno de ellos es el decreto ejecutivo que declaró de interés público la formación en educación financiera en ámbitos públicos y privados, la actualización de educación en programas que ya existen y la divulgación de los servicios financieros que las operadoras deben ofrecer al público.

Además de esto, en diciembre del 2019, Supén promulgó un acuerdo que modifica los plazos de la rentabilidad que aparecen en los estados de cuenta que le llegan mes a mes a los afiliados, pasando de un año y rentabilidad histórica a rentabilidades de tres, cinco y diez años, con el fin de que el afiliado vea una realidad a más largo plazo.