Optimismo económico florece en mercados accionarios de Estados Unidos

Economía estadounidense es principal destino para exportaciones locales

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Los toros se pasean por los mercados accionarios de Estados Unidos, mientras los osos se fueron a invernar, extemporáneamente, al inicio de la primavera.

Durante marzo, el Dow Jones se anotó su racha de cierres al alza más largo desde 1996 con 10 sesiones de crecimiento. Además, superó la barrera de los 14.500 puntos para alcanzar niveles históricos. El S&P 500 también ha rasguñado su techo de 1.567 puntos.

Los datos revelan más confianza en el desempeño económico del principal socio comercial de Costa Rica.

Se habla de “toro” cuando el mercado de valores estadounidense van en alzada y en “oso” cuando es lo contrario.

El optimismo estadounidense tiene fundamento. Varios indicadores clave empiezan a dar signos de reactivación en los mercados laboral e inmobiliario, pero aún no se han difuminado los riesgos en el horizonte.

La economía de ese país enfrentará en los próximos meses los recortes presupuestarios que deberá ejecutar la administración del presidente Barack Obama. La discusión entre republicanos y demócratas sobre el déficit fiscal no produce todavía humo blanco.

“ Se han perdido años de rentabilidad para los que invierten en bolsa. No se puede decir que la economía está boyante porque el Dow Jones haya roto este récord”, advirtió el economista Luis Mesalles.

¿Quién gana más?

Las que sí están boyantes son las empresas que cotizan en las bolsas de valores estadounidenses.

Durante el último trimestre de 2012, las ganancias corporativas representaban un 14,2% del ingreso nacional, el porcentaje más alto desde 1950, según indicó el diario The New York Times .

“Las empresas americanas han logrado diversificar su fuente de ingresos a economías emergentes, donde se ha concentrado el crecimiento, y han mejorado sus índices de productividad”, comentó Hernán Varela, oficial de riesgo de Aldesa Valores.

Junto a los buenos resultados de las compañías, las acciones han potenciado su atractivo ante los minúsculos rendimientos que ofrecen los bonos.

Los bonos del Tesoro de Estados Unidos a un año plazo registraban el jueves pasado un rendimiento de 0,15%. Los títulos a cinco años pagaban una tasa de interés de 0,81%.

Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), aseguró que continuarán con su política expansiva hasta que el desempleo llegue a 6,5%.

Los altos niveles de los índices accionarios podrían retroceder levemente en las próximas semanas conforme algunos inversionistas decidan recoger sus ganancias, pero existe espacio para mayor crecimiento.

“La relación entre precio y ganancia de las acciones nos indica que estas tiene valores más realistas”, dijo Mario Hernández, subgerente general de Lafise.

Fuente de optimismo

Aunque el rally accionario no refleja una economía boyante, sí apunta a un optimismo renovado. Las buenas nuevas empiezan a asomar con más frecuencia en los de indicadores económicos estadounidenses.

El mercado laboral da señales más fuertes de mejoría. El promedio de las últimas cuatro semanas del número de personas solicitando subsidio de desempleo retrocedió en 7.500 para ubicarse en 339.750 beneficiarios, el nivel más bajo desde febrero del 2008.

El número augura buenas nuevas para la tasas de desempleo en marzo. Este indicador vienen experimentando un suave retroceso y en febrero fue de un 7,7%.

El sector inmobiliario, epicentro de la crisis económica, gana dinamismo. Las ventas de casas usadas tocaron su punto máximo durante los últimos tres años en febrero. En ese mes, se vendieron 4,98 millones de unidades, según datos de la Asociación Nacional de Corredores de Bienes Raíces de ese país.

Además, los constructores estadounidenses comenzaron más edificaciones de apartamentos y residencias durante febrero, al tiempo que solicitaron permisos para futuras obras al ritmo más acelerado en cuatro años.

Los norteamericanos no solo están comprando más casas. Las ventas al detalle crecieron 1,1% en febrero con respecto a enero. El crecimiento más fuerte en los últimos cinco meses.

Sin lentes color rosa

Esta seguidilla de buenas noticias no eliminan los dos grandes riesgos para la recuperación de la economía de EE.UU., origen principal de la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibe Costa Rica.

Uno de estos riesgos es externo. El vendaval no termina de amainar en la Unión Europea. El estallido de la crisis bancaria en Chipre podría afectar a la economía rusa. Casi un tercio de los depósitos en bancos chipriotas provienen de ese país.

Sin embargo, el principal riesgo es local. El creciente endeudamiento del Gobierno pone en peligro su capacidad de seguir estimulando el crecimiento económico.

Las finanzas públicas están en rojo y, tras años de debate, los republicanos y los demócratas siguen sin poder acercar sus posiciones. Los intentos de reformar el esquema tributario han terminado en fracaso, y los recortes presupuestarios se están realizando por disenso, no consenso, en el Capitolio.

Por el momento, estos riesgos no espantan a los toros que pastan en Wall Street.