El déficit fiscal del Gobierno Central alcanzó el 2,3% del Producto Interno Bruto (PIB) entre enero y mayo este año, una cifra muy similar a la que se registró a mayo de 2014 (2,2%).
El déficit primario (ingresos totales menos gastos totales, sin intereses) cerró en 1,4% del PIB los primeros cinco meses del año.
Los gastos totales cerraron en este periodo con un crecimiento de 10,2%, cifra 1,5 porcentuales mayor que el resultado del mismo mes del año pasado.
Sin embargo, al eliminar el pago los intereses, el resultado de mayo es el más bajo de los últimos cinco años.
Los gastos corrientes, por su lado, repuntaron 9,7% en los primeros cinco meses del año, cifra mayor que la de 2014 por una aceleración del rubro del pago intereses (21,4%), mientras el resto de componentes cayeron en los últimos 12 meses.
Cabe recordar que entre enero y mayo del año pasado, los intereses se habían logrado reducir en 2,8%.
Sobre este resultado, Helio Fallas, ministro de Hacienda, comentó que a pesar de un fuerte aumento de los intereses, esperan ajustar más los gastos para que el déficit no sea mayor al proyectado por el Banco Central para el cierre de año (5,7% del PIB).
Asimismo, el jerarca confirmó que el Gobierno no enviará los proyectos para modificar el impuesto de ventas por un IVA y el de renta global a la Asamblea Legislativa a la espera de que avancen otros planes que tienen que ver con la contención del gasto.
Sin embargo, adelantó que esperan enviar al menos uno de esos dos, antes de que termine este 2015.
Volviendo a los resultados fiscales, los ingresos tributarios registraron un crecimiento de 7,2% entre enero y mayo, cifra menor al 8,4% registrado a mayo del año pasado.
El impuesto de ventas es el que generó mayores ingresos, sin embargo, creció sólo 1,4% (9,5% en el quinto mes del 2014) en el periodo analizado.
Aunque fue menos dinámica, el alza de estos ingresos fue motivada por lo recaudado con el impuesto sobre la renta y de los combustibles. El ingreso por renta repuntó un 18% a mayo pasado.
También, los ingresos por el tributo a los combustibles presentaron una aceleración, con un repunte de 10%, mientras que en mayo del año pasado la cifra de crecimiento fue menos de la mitad.
Esos dos rubros compensaron la reducción que se percibió en aduanas (baja de 2,1%) y por parte de sociedades anónimas (con una caída de 19,7%).
Este gravamen generó cerca de ¢6.500 millones de colones menos en comparación con mayo del año pasado.
"El impuesto está vigente y debe pagarse. Por el momento, estamos perdiendo ¢10.000 millones", explicó Fernando Rodríguez, viceministro de Ingresos.