Pesimismo de los consumidores se reduce mientras ocurre la flexibilización de restricciones y el desconfinamiento

Menos personas esperan que sus ingresos caigan con respecto a un año atrás y aumentó la percepción de que el Gobierno realiza un trabajo pobre en política económica

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La confianza de los consumidores a noviembre del 2020 mejoró con respecto a los resultados de agosto, eso sí, se mantiene el ambiente de pesimismo generalizado que priva en el país desde 2018 y que aumentó con el impacto de la pandemia.

Esto significa que dentro de una coyuntura adversa y una percepción pesimista de los consumidores −que prevalece desde febrero− la confianza de este grupo mejoró sin alcanzar los niveles positivos que se registraban antes de mayo del 2018.

El repunte en la confianza de los consumidores se relaciona directamente con la flexibilización de restricciones, el desconfinamiento y la reapertura de actividades económicas que empezó a implementarse en el país a partir de setiembre.

Estos resultados se desprenden de la encuesta de confianza del consumidor publicada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), la mañana de este miércoles.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) pasó de 28,3 puntos en la medición de agosto a 34,8 puntos en la de noviembre, lo que significa un repunte 6,5 puntos del indicador.

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“La confianza está aumentando dentro de un contexto de pesimismo, pero eso significa que somos menos pesimistas que tres meses atrás”, señaló Johnny Madrigal, investigador encargado de la encuesta.

Aunque no existe una correlación comprobada, Madrigal aseguró que la reapertura controlada y regulada de buena parte de los establecimientos comerciales, de las fronteras aéreas y terrestres, el fomento al turismo nacional e internacional, el suavizamiento de la restricción vehicular sanitaria y la promoción del acceso a crédito para pymes; son factores que impactan positivamente en las expectativas y percepciones de los agentes económicos.

La clasificación de los consumidores refleja que disminuyó la cantidad de pesimistas del 47,4% al 34,6% (-12,8 puntos porcentuales) y aumentó la de los optimistas de 5,4% a 8,6% (3,2 puntos porcentuales).

Esto quiere decir que por cada consumidor optimista hay cuatro pesimistas, hace tres meses la relación era de casi nueve.

El ICC se subdivide en el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). El primero revela la valoración de la confianza de los consumidores frente a la situación actual y el segundo muestra qué esperan para el futuro.

En ambos casos se registraron incrementos en la medición de noviembre con respecto a la de agosto. El ICEA creció de 15,2 a 20,3 puntos (5 puntos), lo que significa una mejoría en la situación económica actual de los encuestados.

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Mientras que el IEE aumentó de 37 a 44,5 puntos (7,5 puntos), dato que refleja que los consumidores tienen una percepción más favorable sobre el futuro económico en relación con la que mantenían en agosto pasado.

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Las últimas tres encuestas registraron el nivel del IEE en más de doble con respecto al ICEA, esto quiere decir, siempre dentro del contexto pesimista, que durante el 2020 los consumidores tienen más confianza en el futuro de la economía que en las condiciones que viven actualmente.

Economía personal

Esperan aumentos en tasas de interés de préstamos: crece del 54,4% al 58,1%.

Contracción del ingreso familiar: se reduce del 35,4% al 27,8% la cantidad de personas que esperan un deterioro en ese rubro.

Prevén una reducción en su capacidad de compra con respecto a un año atrás: cae del 45,4% al 37%.

Política económica y social

Calificación del Gobierno: disminuye de 15,9% a 5,1% quienes creen que hace un buen trabajo y aumentan del 50,4% al 68,9% los que consideran que desarrolla una labor pobre.

“Vale mencionar que una situación diferente se registró de febrero a mayo del presente año, ya que la calificación positiva a la política económica aumentó de 11,0% a 23,5% (12,6 puntos porcentuales) y la calificación negativa disminuyó de 60,5% a 37,1% (-23,4 puntos porcentuales)”, agrega el reporte de la medición.

Los resultados evidencian que, aunque al inicio de la pandemia se calificó más favorablemente la política económica del Gobierno, en la actualidad existen valoraciones más negativas, que se evidencian en los resultados de mayo a noviembre con un saldo de respuestas positivas y negativas que disminuyó de -13,6 a -64,8 puntos porcentuales.

Esperan aumentos en el desempleo: bajó del 68% al 66,9%.

Prevén crecimiento de la pobreza: cae de 76,4% a 66,9%.

Compra de bienes duraderos

Mejora perspectiva para adquirir casa: la medición de noviembre dejó a un 72,6% de personas que creen que es un mal momento para hacerlo, mientras que en agosto la cifra fue del 79,2%.

Malos tiempos para comprar carro: la porción de personas que consideran que es un mal momento para comprar vehículo se redujo del 90,4% al 82,3%.

Hogares con capacidad para realizar gastos discrecionales o superfluos (salidas a comer o bienes que no son indispensables): su magnitud era 33,6% en febrero pasado, bajó a 26,1% en mayo y en agosto disminuyó a 21,3%. Actualmente ese indicador dejó de descender y llegó a 28,8%.

Ingreso de los hogares: se detuvo el deterioro que presentó en los últimos meses ya que quienes tienen problemas con el dinero familiar que reciben aumentó de 41,6% a 47,9% (6,3 puntos porcentuales) entre mayo y agosto. En la medición de noviembre la cifra fue de 47,5%, por lo que se cortó la tendencia de crecimiento.

La encuesta del ICC se aplicó vía telefónica a más de 700 personas en todo el país mediante llamadas a teléfonos celulares, durante los primeros 15 días de noviembre.

La medición tiene un muestra que representa al 97% de la población mayor a 18 años en Costa Rica. Cuenta con un nivel de confianza del 95%.

Desde 2015 los resultados de esta encuesta forman parte del Sistema de Estadística Nacional y sus resultados se reportan a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).