Preferencia de inversionistas locales fue por bonos a 3, 10 y 15 años plazo

Confianza aumenta con la evolución de la pandemia y la posibilidad de contar con el acuerdo para el servicio ampliado con el Fondo Monetario Internacional

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El primer semestre del 2021 concluyó como un periodo positivo para el Ministerio de Hacienda en cuanto a captaciones en subastas y disminución de los rendimientos en la mayoría de títulos de deuda colocados, así como con un mayor interés de los inversionistas por el largo plazo.

En los primeros seis meses del año más del 70% de lo captado se hizo a plazos mayores a cinco años y el monto total asignado en las subastas superó los ¢2,2 billones, unos ¢400.000 millones por encima de la meta.

El periodo se marcó por la atención a diversos factores como la vacunación contra la COVID-19 y el proyecto de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que fue modificando el apetito de los inversionistas.

Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, comentó que conforme avanzaron los primeros meses, los inversionistas fueron ganando confianza y aumentando sus inversiones a largo plazo.

Así, la demanda de los oferentes hacia el emisor se fue moviendo de la parte más próxima de la curva (entre tres y cinco años) a una más lejana, por lo que Hacienda logró colocar bonos en colones con vencimientos al 2036, por ejemplo.

¿Qué cambió? A diferencia del 2020, para este año el panorama económico del país parecía aclararse un poco más, lo que mejoró la percepción de los inversionistas. Además, el alto nivel de liquidez del sistema financiero, arrastrado desde el año anterior ante la baja en la colocación de créditos, generó que las inversiones se pospusieran hasta este año.

“Hacienda se encontró con un mercado con menor incertidumbre respecto, con una mejora de expectativas en cuanto a la pandemia por las vacunas y con exceso de liquidez. A eso adicionalmente le agregamos una tasa de política monetaria relajada de parte del Banco Central”, comentó Quesada.

El Banco Central, además, inyectó ¢826.000 millones a más de una decena de entidades del sistema financiero nacional a través de operaciones diferidas a plazo, lo que generó una mayor liquidez en el sector y una menor presión en el mercado local, lo que despeja el ambiente para Hacienda.

La combinación de elementos le ha permitido al Ministerio que las subastas evolucionen de forma positiva, incluso sobrepasando las expectativas de captación para el primer semestre de este año y que los bonos a mediano y largo plazo comiencen a ser acogidos.

El asesor económico de Prival, Vidal Villalobos, calificó como “exitosa” la captación y recordó el año 2018, cuando el Gobierno debía acudir al mercado local a muy corto plazo y a rendimientos mayores ante la situación fiscal que atravesaba el país.

Así, el semestre anterior se visualiza de mejor forma si se compara con el compartimiento de las captaciones anteriores, en los que los altos rendimientos y la presión en el mercado local eran la tónica.

Trasladar a más largo plazo los títulos de deuda colabora en agilizar el flujo de caja del Estado, por lo que para mejorar el perfil de deuda los bonos a más de cinco años son importantes para la hacienda pública.

“Cuando hay problemas fiscales como en el 2017 y 2018 los temores hacen que naturalmente los inversionistas se interesen más en el corto plazo; ahora hay mejores cifras fiscales que incluyen un superávit primario a mayo”, comentó Villalobos.

El requerimiento de captación de Hacienda en el mercado local para el primer semestre del 2021 era de hasta ¢1,8 billones, para atender obligaciones del Gobierno en las que se incluye el pago de intereses de deudas ya adquiridas. Según las cifras fiscales a mayo del 2021 el pago de intereses registró un monto de ¢759.598 millones (2,01% del PIB), el más alto de los últimos 15 años.

Perfil de las colocaciones

Para dilucidar el perfil de las colocaciones realizadas por Hacienda en las subastas hechas en el primer semestre del 2021, hay que separar las colocaciones por moneda.

En colones, los tres bonos más colocados, en cuanto a cantidad de subastas en las que se lograron asignar montos, fueron los títulos de propiedad a tasa fija con plazos al 2024, 2031 y 2036; es decir, dos de ellos a diez o más años.

Si se comparan los rendimientos a los que se colocaron los tres títulos a inicios de año y los que se asignaron a los mismos bonos para los últimos meses del primer semestre, se observa una disminución en los porcentajes faciales.

Incluso, la curva soberana de rendimientos en colones del Banco Central muestra una reducción significativa en las tasas del mercado; estas curvas son una representación de la relación entre las tasas de rendimiento y el plazo al vencimiento de instrumentos de deuda y su comportamiento refleja en alguna medida las expectativas futuras del mercado. Sirve como herramienta para la valoración de instrumentos financieros.

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El bono con vencimiento al 2024, por ejemplo, se colocó en una subasta del 18 de enero se colocó a un rendimiento del 6,24%, mientras que la última colocación que se realizó de la misma serie en la subasta del 21 de junio se asignó un rendimiento máximo del 4,39%.

En cuanto a los títulos de deuda interna en dólares, las series con más captaciones por cantidad de veces fueron títulos a tasa fija con vencimientos en los años 2025 y 2030, plazos similares a los bonos más colocados en colones.

Sobre los rendimientos de las series en dólares, también experimentan una disminución conforme avanzaba el semestre.

Por otro lado, el primer semestre del 2021 se diferenció del mismo periodo del año anterior respecto al nivel de colocaciones de bonos en dólares; para este año se captaron poco más de $363 millones en títulos de deuda de tasa fija, mientras que para el 2020 no se registraron montos asignados, según el resumen de subastas del Ministerio de Hacienda.

Villalobos explicó que las pocas colocaciones de títulos en dólares se debe a factores como los altos rendimientos que se estaban ofreciendo así como la poca urgencia del Gobierno de captar en dicha divisa luego de la colocación de eurobonos en el 2019 y de la inyección de capital a través de préstamos internacionales.

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Segundo periodo

El segundo semestre del año inició con la colocación de ¢98.588 millones, como resultado de la primera subasta de títulos de deuda interna del periodo.

“Con la primera subasta del segundo semestre, se evidencia que el proceso de ajuste fiscal está logrando una reducción de los rendimientos de colocación, lo cual contribuye a dar una mayor sostenibilidad a la deuda pública costarricense”, comentó Elian Villegas, ministro de Hacienda, en información suministrada por la institución.

Villegas indicó que la baja en los rendimientos colabora en la racionalización, en el mediano plazo, del monto de pago de intereses.

Por su parte, Villalobos aseguró que se espera una menor presión por parte del Gobierno en el mercado local para el segundo semestre del año, conforme se brinden financiamientos externos que ha adquirido el país en los últimos meses. Para este año, los desembolsos internacionales podrían superar los $2.000 millones.