Sugef evalúa norma de clasificación de riesgo de deudores

Sugef hará modificaciones a la forma en que las entidades financieras evalúan a sus clientes

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La norma que desde el 2005 rige la forma en que los bancos clasifican el riesgo de sus deudores está bajo la lupa de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

El proceso de análisis de la normativa conocida como 1-05 recién comienza y los cambios podrían tardar hasta dos años en materializarse.

Sin embargo, el cambio ya está incluido en el paquete de medidas anunciadas recientemente por la Sugef y el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), cuyo objetivo es dar un viraje en el estilo de supervisión que se ha desarrollado en el país.

“Debemos definir parámetros técnicos importantes, decir cómo vamos a evaluarlos en materia de análisis de riesgo y que los bancos avancen hacia eso. Habrá control e indicadores, pero no es el estilo de que todo está escrito para que se dediquen a cumplir esos requisitos”, comentó Javier Cascante, jerarca de la Sugef.

Mitigadores en la mira

La normativa 1-05 estableció ocho niveles de riesgo para que las entidades financieras clasifiquen las operaciones de sus clientes.

Para calificar al deudor se toman en cuenta variables como la capacidad de pago del deudor, su comportamiento histórico y la capacidad de la garantía ofrecida para mitigar el riesgo de la operación crediticia.

Precisamente, los mitigadores están entre los elementos que atraen la atención de los reguladores.

“Sucede que la regulación nuestra hoy día dice que si el deudor es del sector público mitiga más que si es del privado. ¿Por qué? No tengo idea. Existen sesgos complicados”, ejemplificó el superintendente.

Otro efecto de las disposiciones sobre mitigadores de riesgo actuales es que tienden a favorecer garantías hipotecarias que pueden ser poco líquidas.

Las modificaciones a la normativa deberán entrar a regir hasta enero del 2015, según el cronograma establecido por la Superintendencia, y es poca la información que manejan los bancos.

“Es una norma que se modificó sustancialmente en el 2005, y no esperábamos cambios de momento”, comentó Bernardo Alfaro, subgerente general de Crédito y Finanzas del Banco Nacional.

La esperanza es que la revisión redunde en una simplificación de los procesos, señaló Hairo Rodríguez, subgerente de Banco Cathay.

¿Cuánto aguanta?

En un plazo más corto, la Sugef pretende que los bancos amplíen las pruebas para determinar el grado de resistencia de la capacidad de pago de sus deudores ante diferentes escenarios.

Estos tests de estrés ya se aplican para los préstamos superiores a los ¢65 millones y el objetivo es ampliarlo a todos los deudores. Especial atención se pretende colocar en la resistencia de la capacidad de pago de obligaciones en dólares.

También se realizarán pruebas de estrés por otros indicadores como nivel de las tasas de interés y condiciones del entorno económico.

“Esto va afectar sobre todo a las personas, pues a las empresas que piden créditos por montos mayores ya se les aplican estas pruebas”, comentó Fernando Víquez, gerente general de Bansol.

Junto a las pruebas de estrés de deudores, los bancos deberán implementar nuevos controles de la liquidez mediante verificación de calces de plazos en colones y en dólares. Actualmente, los indicadores de liquidez a uno y tres meses se calculan solo para las operaciones en moneda local.

Aprovisione en la bonanza

El tercer frente de acción que se ha trazado la Sugef son las reservas que los bancos apartan para hacer frente a los malos tiempos o los malos pagadores.

Actualmente, las entidades financieras deben aprovisionar cierto porcentaje de dinero en cada operación crediticia. Esa reserva crece con forme se deteriora la clasificación de riesgo del deudor.

La propuesta es crear las estimaciones genéricas para atender situaciones coyunturales de liquidez y estarán en función de la evaluación que la Sugef haga de la gestión de riesgo de cada entidad.

A estas se sumarán las reservas contracíclicas, las cuales se aprovisionan durante las épocas de bonanza y desacumulan durante las desaceleraciones de la economía para atender la solvencia de los bancos.

El nivel de reservas podría asociarse a la línea de negocio de cada banco, o bien al ritmo de crecimiento del crédito.

Sea cuál sea el esquema que aplique la Sugef, estas medidas pasarán la factura a las utilidades de los bancos o a sus clientes.

“Una parte de este costo será inevitablemente absorbido por los clientes de la banca. La proporcionalidad dependerá, al menos en parte, del tratamiento fiscal de estas nuevas medidas”, aseguró Jean Luc Rich, gerente general de Scotiabank.

El secreto para no resentir el acceso el crédito ya de por sí limitado por lineamientos del Banco Central estará, según los banqueros consultados, en la gradualidad de las medidas.

Cuestión de riesgo

Estas son algunas de las disposiciones para la calificación de riesgo de las operaciones crediticas estableciudas por la norma 1-05.

Variables: Se toman en cuenta los días de atraso, la capacidad de pago y el comportamiento histórico del deudor para determinar el nivel de riesgo de la operación.

Categorías: Existen ocho categorías de riesgo que determinan el nivel de estimaciones (reservas) que debe apartar un banco por cada operación. Estas van de la A1 –a la que corresponde una estimación de 0,5% del saldo del crédito– hasta la E –que obliga a reservar el 100%–.

Mitigadores: La garantía juega como mitigador del riesgo de la operación cuando entra en mora.

Fuente Archivo EF.