Tesoro Directo gana fuerza pero sofoca a los puestos de bolsa

Sugeval aceptó que Gobierno negocie títulos individuales, pero exclusivamente con el sector público

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Tesoro Directo (TD) –la plataforma electrónica de negociación directa de títulos valores entre el Ministerio de Hacienda y las instituciones públicas– cumplió un año de operación pero la hoguera de críticas por parte de los puestos de bolsa sigue encendida como en el primer día.

El mecanismo es utilizado por el Gobierno para atender sus necesidades de financiamiento de forma directa con los inversionistas y, por tanto, sin la necesidad de acudir a la Bolsa Nacional de Valores (BNV) ni a la intermediación de un puesto de bolsa.

El deterioro de la liquidez y la falta de transparencia en la formación de precios son las principales chispas que mantienen la discusión ardiendo.

Empero, Hacienda ha defendido sus beneficios, entre ellos, el que los títulos se emiten a la medida del inversionista y pueden ser redimidos anticipadamente.

Las cuestionamientos no han detenido el uso que Hacienda le dio al mecanismo. En 2016, el volumen transado logró casi triplicar lo ejecutado el año previo.

Inicialmente, la oferta del sistema incluía únicamente títulos de deuda individuales, denominados Over The Counter (OTC), lo que causó roces inmediatos por la nula bursatilidad que tienen, pues no pueden ser negociados en el mercado secundario. Sin embargo, ya se incluyeron también los bonos estandarizados.

LEA: Hacienda ofrecerá títulos estandarizados mediante Tesoro Directo

Empero, la inclusión de este tipo de valores no apagó los señalamientos, pues los puestos cuestionan la necesidad de utilizar TD, cuando la Bolsa ya les funciona bien y les resulta gratuito.

En medio de las críticas, la Superintendencia General de Valores (Sugeval) inició un estudio sobre la factibilidad legal de TD y ya dio su veredicto.

De entrada, Sugeval explicó que “en el caso del Ministerio de Hacienda, se consideró que no podría hacer oferta pública de valores de títulos individuales, ya que no existe una ley especial que lo habilite para tal efecto”, explicó Carlos Arias, jerarca de Sugeval.

El proceso no se detuvo ahí. La Superintendencia y Hacienda intercambiaron varios oficios para tener claridad en cuanto a la operatividad de las emisiones y procurar que se atendiera el principio de estandarización en las emisiones de oferta pública.

Finalmente, la Sugeval abrió la puerta para que el Hacienda emita valores individuales, al considerarse como una excepción al “principio de oferta pública de valores”, amparado en los artículos 2, de la Ley Reguladora del Mercado de Valores , 7 y 8, del Reglamento sobre Oferta Pública de Valores .

De este modo, Hacienda tiene luz verde para que TD opere y ofrezca títulos individuales, aunque con algunas limitaciones, pues las operaciones solo puede gestionarlas exclusivamente con instituciones públicas, ministerios y órganos desconcentrados, que se encuentran cubiertos por el ámbito de autoridad presupuestaria.

También, ratificó que esos valores no pueden negociarse en las ruedas normales del mercado secundario, organizado por la BNV.

Así, la meta de Hacienda de incluir a participantes del sector privado queda truncada, al menos para la negociación de títulos individuales.

Se intentó conocer la opinión de Hacienda sobre el tema, pero no respondió las consultas.

Recelos de los puestos

La negociación directa del Gobierno con las instituciones públicas es utilizada desde hace una década, en un proceso manual mediante comprobantes físicos.

En 2015, poco antes de que se automatizara el proceso, las captaciones llegaron a ¢1,2 billones.

En 2016 llegó TD, es decir, la versión automatizada de esas operaciones, para hacer esas gestiones más expeditas y ahorrar costos operativos, tanto para Hacienda y las instituciones que negocian con esta cartera.

Hace aproximadamente un año, Hacienda abrió TD como una plataforma automatizada, que permite realizar operaciones en tiempo real y a través del Sistema Nacional de Pagos (Sinpe).

El cambio dio un mayor impulso a la negociación directa y esto generó recelos. En 2016 el monto transado a través de TD superó los ¢3,5 billones, casi triplicando la cifra captada el año previo.

Aun así, el Gobierno continúa dominando las operaciones de la industria de valores en un 60% del volumen transado en el mercado primario y en una cifra un tanto menor en el secundario.

Respecto a las operaciones del mercado primario, los puestos de bolsa percibieron un dinamismo del 5% entre 2015 y 2016. Sin embargo, en operaciones de deuda, del mercado secundario registraron una caída de 7% que, en parte, estaría relacionada a las negociaciones de Hacienda en TD.

LEA: ‘Mercado secundario de valores perderá dinamismo con Tesoro Directo’

La posible contracción del mercado secundario no es la única queja de los puestos de bolsa.

“Por lo pronto, los beneficios (de TD) quedan reservados para Hacienda y algunos inversionistas institucionales, los contras para algunos intermediarios”, dijo Karla Arguedas, gerente de Trading de Prival Securities.

Al eliminar la participación del puesto de bolsa, TD reduce el papel de asesoría que desempeñan los intermediarios, lo que puede convertirse en un riesgo.

Empero, el principal señalamiento es la poca transparencia en la generación de precios del mercado.

La formación de la curva de rendimientos representa la relación entre los rendimientos de un bono y sus respectivos plazos de vencimiento, en donde a mayor plazo de inversión, mayor debe ser el rendimiento que paga.

Sobre esta curva el resto de los emisores le suman puntos de premio (pagan más que ese bono), según el nivel de riesgo.

Las operaciones de TD están ausentes en esa curva porque no se hacen en la Bolsa, dijo Javier Chaves, presidente de Aldesa.

“La colocación directa de títulos individuales, contrario a lo que pueda presumir Hacienda, no le quita presión a las tasas de interés, pues están compitiendo, con instrumentos diferentes, por un mismo pool de liquidez. El efecto que sí consigue es el de ocultar al mercado la tasa que equilibra la oferta y la demanda”, añadió Chaves.

Por su lado, José Rafael Brenes, gerente de la BNV, explicó que al tener una ventanilla permanentemente abierta, TD ha deteriorado la liquidez de sus emisiones, ha impactado negativamente la formación de precios y ha segmentado el mercado creando condiciones de acceso diferenciadas en perjuicio de los inversionistas.