Aleje los prejuicios cuando haga contrataciones

Consejos para un mejor desempeño laboral

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Cómo deshacerte de los prejuicios cuando tomas decisiones de contratación

Los seres humanos estamos programados para preferir a personas que se parecen a nosotros, por lo que sus decisiones de contratación podrían estar basadas en prejuicios. Las iniciativas de diversidad y las auditorías de procesos pueden ser de ayuda, pero los gerentes deben reconocer y encargarse de mantener a raya sus prejuicios personales para que las contrataciones mejoren de manera importante. El primer paso es aceptar que tiene prejuicios. Pregúntese por qué podría sentirse atraído por algunos candidatos más que por otros y qué prejuicios y preferencias podrían estar involucrados. Piense de qué manera podrían influenciar factores como la raza, el género, la educación, los antecedentes socioeconómicos e incluso la altura. Propóngase tomar las decisiones de contratación considerando lo que podría salir mal. Después, cuando esté evaluando a un candidato, siga preguntándose: “¿De qué manera podría tener un sesgo esta decisión?”. Además, debería tener bien clara su propia opinión del candidato antes de comparar notas con sus colegas, para que no influyan en usted los comentarios de otras personas.

Este consejo fue adaptado de “How to Reduce Personal Bias When Hiring”, de Ruchika Tulshyan.

Tras un revés profesional, piense en sus fortalezas

Los reveses profesionales le ocurren a cualquiera. Quizá no consiguió el empleo que deseaba o alguien más obtuvo el ascenso que quería. Sin embargo, los fracasos y las oportunidades fallidas no tienen por qué desviar su carrera; incluso pueden ayudar a avanzar. Para superar un revés con seguridad, comience reconociendo el dolor de ser rechazado. La respuesta fisiológica que se genera en la mente es similar a la del dolor físico, así que no ignore sus sentimientos. A continuación, de un paso atrás, evalúe la situación y sea justo contigo mismo. ¿Lo sucedido es un reflejo de usted y de sus habilidades o, como suele ocurrir, hubo situaciones que no estuvieron en sus manos? Después haga el esfuerzo consciente de ver hacia el futuro. Pase algo de tiempo pensando en sus fortalezas y en lo que le encanta hacer. Piense de qué otra manera podría aprovechar sus talentos. Quizá su siguiente oportunidad profesional se encuentra en un área que no haya considerado.

Este consejo fue adaptado de “Use Failure as an Opportunity to Reflect on Your Strengths”, de Susan Peppercorn.

Asegúrese de que sus empleados tengan tiempo y espacio para concentrarse

Es asombroso que la gente pueda terminar sus tareas pendientes mientras lee correos electrónicos, revisa su celular y se siente abrumada por la carga de trabajo. Para ayudar a que sus empleados se concentren y sigan siendo productivos, debe hacer algo para contrarrestar esas distracciones. Primero, asegúrese de que haya espacios designados en la oficina donde sus empleados puedan desconectarse. No tiene que instalar cabinas para tomar la siesta como Google, pero puede apartar un rincón con sillas cómodas o habitaciones donde la gente pueda cerrar la puerta y trabajar. Después, anime a sus empleados a programar “periodos de concentración” en sus calendarios. Dígales que está bien ignorar correos electrónicos o Slack durante unas horas; que utilicen la función de respuestas automatizadas para que la gente sepa que no están disponibles. (“Me alejaré de los correos electrónicos para terminar este proyecto. Regresaré en una hora”). Además, cree políticas respecto de qué tan rápido deben responder los mensajes. Cuanto más tiempo pasen respondiendo correos “urgentes”, menos tiempo pasarán trabajando de verdad.

Este consejo fue adaptado de “4 Ways to Help Your Team Avoid Digital Distractions”, de Amy Blankson.

Salga de la oficina para que se le ocurran nuevas ideas

Todos los líderes deben tener ideas que distingan a sus compañías de las demás. Para innovar con cosas que no han hecho sus competidores, debe ver lo que otras personas ignoran. Encuentre maneras de exponerse a nuevas formas de pensar. Salga de viaje de negocios y pase tiempo como cliente de los productos de su compañía o de otra, por ejemplo. Observe cómo atienden a la gente sus empleados, dónde hay atascos por procesos burocráticos y dónde se puede mejorar. Quizá también pueda cambiar de puesto durante un día con algún homólogo de una industria distinta. Dese cuenta de qué enfoque adopta la otra empresa respecto de la participación, la motivación y la comunicación. ¿Qué puede aprender? Y si no puede salir de la oficina, pruebe un ejercicio sencillo de cambio de perspectiva: finja que es el director ejecutivo de una gran empresa y adopte la mentalidad de ese líder. Si fuera Tim Cook, por ejemplo, ¿cómo abordaría los problemas estratégicos más grandes de Apple? ¿Qué te dice eso sobre la manera en que abordas los tuyos?

Este consejo fue adaptado de “To Come Up With Better Ideas, Practice Paying Attention”, de Bill Taylor.

No siempre hay que establecer el orden del día de las reuniones con anticipación

Quizá ya ha escuchado este consejo para las reuniones: haga el orden del día y envíelo con anticipación. Pero si el objetivo de la reunión es abordar un problema complicado, es mejor que todos decidan juntos qué temas se discutirán. Planee pasar del 10% al 15% del tiempo de su reunión definiendo los puntos a tratar: media hora para una reunión de medio día, un par de horas para una reunión de dos días. Comience con una lluvia general de ideas para que la gente dé su opinión acerca de qué temas deberían abordarse. Después pídales que escriban sus ideas de manera anónima en notas adhesivas para que los demás puedan leerlas. A continuación, todos deben identificar temas y agrupar ideas similares. En cuanto tenga una buena lista de posibles temas, pídale al grupo que tome decisiones finales sobre qué debe estar en el orden del día. Este proceso puede tomar tiempo, pero explorar los temas juntos asegurará que los participantes estén involucrados y se sientan parte del proceso y del resultado.

Este consejo fue adaptado de “Don’t Set an Agenda Before Important Meetings”, de David Komlos y David Benjamin.