Aprenda a plantearse buenas preguntas

Pocas veces nos detenemos a pensar interrogantes poderosas que nos acerquen a nuestro objetivo

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Si usted como persona y colaborador organizacional quiere encontrar las mejores respuestas, pues hágase el hábito de plantear las mejores preguntas. En esto no hay secretos ni varitas mágicas que nos iluminen el camino. Vamos de un lado para el otro en nuestra organización tratando de encontrar las mejores respuestas para resolver situaciones profesionales, pero pocas veces nos detenemos a pensar preguntas poderosas que nos acerquen a nuestro objetivo.

Bien lo decía Albert Einstein que "si tuviera una hora para solucionar un problema y mi vida dependiera de la solución, pasaría 55 minutos determinando las preguntas adecuadas, porque las respuestas se pueden encontrar en cinco minutos".

Es común querer encontrar respuestas que nos aclaren el camino sin antes plantear las preguntas adecuadas. Casi siempre el éxito no está en la respuesta, sino en la pregunta. Incluso, muchas de las creencias que tenemos son producto de las preguntas que nunca nos hicimos para tratar de desbaratar esos paradigmas poco favorables y que frenan nuestro crecimiento personal y profesional.

Estas son algunas de las interrogantes que podemos plantearnos: ¿La decisión que voy a tomar me carga de energía o más bien me la quita?, ¿Estoy a punto de tomar una decisión importante porque realmente lo quiero o más bien estoy siendo impulsado por el deseo de otra u otras personas?, ¿Lo que estoy haciendo ahora mismo me acerca al lugar donde quiero estar mañana?, ¿Qué es lo que más me gustaría hacer o dejar de posponer, porque si lo llevo a cabo mi calidad de vida va a mejorar muchísimo?, ¿Tengo algún hábito que está impidiendo que me desarrolle en lo personal o profesional?, ¿En qué objetivo a mediano o largo plazo me gustaría trabajar porque si lo hago me voy a sentir muy satisfecho y orgulloso?

Si queremos movernos del lugar donde estamos, es hora de plantearnos mejores preguntas. El autor y conferencista internacional Anthony Robbins, en su libro Despertando al gigante interior, plantea que las preguntas adecuadas nos pueden ayudar en tres ejes principales: Nos cambian inmediatamente sobre aquello en que estamos enfocando la atención y, en consecuencia, puede favorecernos en la forma en que nos sentimos; cambia la forma en que pensamos, y cambia los recursos intelectuales y emocionales de los que disponemos en determinada situación.

Hagamos, entonces, buenas preguntas para obtener nueva y mejor información, para aprender nuevas cosas, para enseñar a los demás, para cuestionar suposiciones y romper viejas creencias, para negociar y resolver conflictos, para hacernos cargo de una situación, para generar buenas y productivas conversaciones y hacer reuniones más cortas y provechosas, para construir y mantener nuestras relaciones, para pensar con sentido crítico, para ser más innovadores y creativos.

La información es poder y solo obtendremos información poderosa si aprendemos a hacer buenas preguntas. Y entre más preguntemos, más conocimiento encontraremos.

Porque si hacemos preguntas triviales vamos a obtener respuestas triviales, sin profundidad, sin opciones de desarrollarnos a nosotros mismos ni lo que está en nuestro entorno.

*Director de la firma consultora Humano.