Cinco consejos gerenciales sobre toma de decisiones, proyectos atrasados y el uso de plantas en la oficina

Impulsa tu coeficiente intelectual empresarial y tu destreza en el lugar de trabajo con estos consejos de Harvard Business Review

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1. Recuérdale a tu jefe que tu trabajo es excelente.

Todos estamos ocupados. Y como nos preocupa marcar como cumplidos todos los puntos de nuestra lista de cosas por hacer y deseamos que el día tuviera más horas, a menudo nos olvidamos de ser los defensores de nuestra propia carrera recordándoles a nuestros superiores el gran trabajo que estamos haciendo. Ubica tus logros en el radar de tu jefe –sin alardear– enviándole una breve actualización por correo electrónico. No tiene que ser nada sofisticado; una o dos oraciones servirán: "Solo quería que supieras que el proyecto fulano va bien; al cliente le gustó nuestro esbozo y lo que sigue es concluir con las cifras, que tendremos listas para tu revisión el jueves". La actualización no tiene que presentar verdaderas noticias. Sin embargo, al enviarla te verás competente, comunicativo y en control de las cosas: los atributos de alguien con un desempeño excelente. (Adaptado de “7 Simple Ways Working Parents Can Simultaneously Improve Their Careers, Their Families, and Themselves”, de Daisy Wademan Dowling)

2. Observa juntas todas tus opciones antes de tomar una decisión.

Tomamos miles de decisiones al día, algunas sencillas y otras más complicadas. Para mejorar tus oportunidades de tomar la decisión “correcta”, trata de observar todas tus opciones al mismo tiempo en lugar de evaluarlas una por una. Por ejemplo, si estás decidiendo a quién entrevistar entre varios candidatos para un puesto, es mejor desplegar los currículos de todos los solicitantes sobre una mesa, evaluarlos y compararlos, y luego decidir con quién tener la entrevista, en vez de ver uno por uno, formarte una opinión sobre él y entonces proceder a evaluar al siguiente. Las investigaciones recientes muestran que ver las opciones juntas de esta manera hace más probable que escojas la mejor de manera objetiva. Con toda la información frente a ti al mismo tiempo, puedes comparar las opciones a mayor profundidad. (Adaptado de “To Make Better Choices, Look at All Your Options Together”, de Shankha Basu y Krishna Savani).

3. Quizá es tiempo de dejar de lado ese proyecto atrasado.

Es difícil dejar ir un proyecto o meta en el que has invertido tiempo y esfuerzo. Sin embargo, es importante hacer a un lado esas emociones para juzgar cada iniciativa según sus méritos… y cancelar proyectos que podrían estar atrasándolos a ti o a tu empresa. Dicho de manera simple: si el valor de lo que estás haciendo ahora es menor que el de aquello que podrías estar haciendo, cambia el curso. No esperes hasta que todos estén de acuerdo en que no pasa nada si se abandona el proyecto. Haz que la iniciativa pruebe su valor y toma en cuenta otras opciones o alternativas. Hacer algo que brinde $1.000 de valor parecería merecer la pena, por ejemplo, pero si te está manteniendo tan ocupado que no puedes dedicar recursos a un proyecto que podría proporcionar $10.000 de valor, estás perdiendo lo más por lo menos. (Adaptado de HBR Guide to Thinking Strategically).

4. Usa plantas en maceta y luz natural para crear un lugar de trabajo más saludable.

¿Alguna vez has reaccionado a un momento abrumador en el trabajo cerrando los ojos e imaginándote acostada en la playa o caminando por un camino boscoso? Puedes estar haciendo algo con buenos resultados. Las investigaciones muestran que la exposición a espacios verdes reduce el estrés e impulsa la salud en general. Un estudio encontró que los ambientes más verdes en las oficinas aumentan la productividad en un 15%. Afortunadamente, hay maneras fáciles de incorporar un poco de naturaleza en tu día a día:

  • Haz las juntas como caminatas fuera de la oficina.
  • Usa espacios exteriores en los descansos para el almuerzo.
  • Abre las persianas para que entre la luz natural.
  • Pon una foto de tu escena natural favorita en tu cubículo o escucha sonidos de la naturaleza con tus audífonos.
  • Si puedes decidir sobre la decoración de la oficina, sugiere colgar una foto de un paisaje natural o agregar plantas en macetas.

Estas pequeñas inversiones en un ambiente más natural en el lugar de trabajo producen ganancias en términos de una mayor alegría, mayor relajación, y conexiones más cercanas entre tus compañeros de trabajo. (Adaptado de “Why You Should Tell Your Team to Take a Break and Go Outside”, de Emma Seppala y Johann Berlin)

5. Comparte historias que refuercen los valores de tu empresa.

Demasiadas empresas se basan en declaraciones vagas y genéricas para articular lo que les importa. Si quieres que los empleados abracen y expresen los valores de tu empresa, usa más bien historias en lugar de una misión. Busca relatos sobre compañeros de trabajo que se apoyan unos a los otros, representantes que brindan un excelente servicio al cliente y clientes encantados con tus productos. Luego encuentra formas únicas de propagar esas historias. Puedes invitar a un cliente a compartir su experiencia sobresaliente en una junta de todo el personal. También puedes reproducir un video de una de tus mejores historias en una orientación para empleados. Las historias relatadas les enseñan a tus empleados a poner atención a las experiencias de la gente real y los ayudan a sentirse bien respecto de los valores que tu empresa defiende. (Adaptado de “Use Stories from Customers to Highlight Your Company’s Purpose”, de Erica Keswin)