Como lo demostraron los grandes creadores de todos los tiempos, la generación de nuevas ideas también se puede lograr por medio de la observación.
La principal fuente parte muchas veces de las experiencias o sistemas análogos que se encuentran dentro de la visible armonía que nos regala toda la naturaleza en su conjunto.
El radar y el sonar son los ejemplos más antiguos de la aplicación de sistemas y mecanismos que utilizan los animales, concretamente los murciélagos y los delfines.
Las construcciones navales también se inspiraron en estos cetáceos para el diseño de sofisticados y modernos cascos.
El método adoptado por esta técnica, de observar y analizar los fenómenos naturales, deja sentado que este proceso también se da con excelentes resultados en la vida comercial.
Sobre este tema, hay varios puntos por considerar:
1. La transcripción de los datos y hallazgos, en forma de modelo matemático y lógico, permite su posterior desarrollo y aplicación en todos los aspectos de la existencia.
Este proceso experimental, como todo proceso científico, siempre debe ser sometido a las pruebas del comportamiento para verificar su eficacia en el campo profesional que se aplica.
2. La biónica, como se llama esta disciplina, se ha demostrado muy promisoria en aplicaciones electrónicas e informáticas, más aún en la era digital.
Queda por verse su mayor utilización y aplicación en otros campos, como la innovación, el mercadeo y la comunicación.
3. La práctica de la observación es una cualidad por desarrollar que ningún comunicador experto debe echar de menos. Esto porque está demostrado que otro gran secreto del éxito en todo mensaje es, y será siempre, saber observar y analizar la misma naturaleza humana.