Cómo mantener a su equipo enfocado y productivo durante tiempos inciertos

Busque cómo usted puede ser de ayuda para sus colaboradores

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La incertidumbre es incómoda para todos. Ya sea que se trate de agitación política o de una reorganización en su empresa, los empleados que se encuentran preocupados por su futuro tienden a estar distraídos y ser improductivos.

¿Cómo puede mantener enfocada a su gente mientras que los ayuda a lidiar con los sentimientos que trae el cambio?

La mayoría de nosotros nos sentimos abrumados, molestos y ansiosos cuando enfrentamos incertidumbre. “Tenemos una neuroanatomía que nos orienta hacia el estrés en tiempos altamente cargados”, explica Rich Fernández, el cofundador de Wisdom Labs y un experto en resiliencia.

Esto puede iniciar un ciclo malsano: “Un síntoma de la distracción es más distracción. Entonces nos sentimos más ansiosos”, explica Susan David, una fundadora del Institute of Coaching en el McLean Hospital y autora de “Emotional Agility”.

LEA: Richard Branson: Cómo motivar a tu equipo en tiempos difíciles.

En un equipo, esos sentimientos, y el golpe resultante a la productividad, pueden ser contagiosos. Para ayudar a que las personas se mantengan enfocadas, Fernández cree en una “dirección compasiva”, donde usted “busque entender cómo puede ser de ayuda y beneficio a los empleados, mientras equilibra la necesidad de mantenerlos en sus tareas”.

He aquí seis formas prácticas de hacerlo:

Cuidese usted mismo: Usted podrá apoyar más a su equipo y modelar la resiliencia si reconoce primero su propio estrés y ansiedad. Comience comprendiendo lo que siente. “Necesita etiquetar sus emociones. Poner distancia entre usted y ellas, de forma que pueda tomar una decisión consciente acerca de cómo actuar en una forma que esté alineada con sus valores,” dice David. Pregúntese: ¿quién quiero ser en esta situación? ¿Qué es lo más importante para mí?

Reconozca la incertidumbre: Si usted siente que sus empleados están preocupados acerca del futuro del país, la organización o sus trabajos, no siga con el negocio como de costumbre. Embotellar sus emociones, o esperar que los empleados hagan lo mismo, puede ser peligroso. En lugar de ello, refiérase directamente al tema. Usted podría reconocer que las cosas parecen caóticas e impredecibles. Al mismo tiempo, solo compadezca hasta cierto punto, para evitar atorarse en una espiral negativa. Reconozca cómo se sienten las personas, pero a continuación “avance para hablar acerca de cómo quiere que actúen como equipo”, explica.

Aliente la autocompasión: Algunos de los miembros de su equipo podrían preguntarse cómo sus colegas logran mantenerse en pie, mientras ellos no pueden dormir y son incapaces de ser productivos. Aliéntelos a tener algo de autocompasión y reconozca que el estrés es una respuesta fisiológica normal a sentirse fuera de control o amenazado. Si usted se siente estresado, admítalo, o hable acerca de situaciones previas en las que ha sentido ansiedad, para que sepan que no están solos.

Pregúntele a las personas qué necesitan: Hable individualmente con los empleados y deje que describan lo que están pasando. Usted quiere “verdaderamente entender lo que piensan y sienten, incluso si usted no coincide o siente la misma cosa”, dice Fernández. Esta empatía forma la base de la confianza, de forma que usted pueda empezar a resolver los problemas.

Fernández sugiere decir, “parece un tiempo difícil. ¿Qué sería lo más útil en este momento? Pensémoslo juntos, porque quiero ayudar y asegurarme de que puedas hacer tu trabajo”. Quizá necesiten orientación extra sobre cómo reducir las distracciones, consejos sobre priorizar el trabajo o mayor flexibilidad.

Enfóquese en lo que puede controlar: Incluso pequeños rituales para reducir el estrés y mejorar el desempeño, al igual que el progreso gradual hacia metas claramente definidas. También podría darle más flexibilidad a las personas para dictar su agenda de trabajo, siempre y cuando usted “los aliente a planear por anticipado y hagan el acuerdo de que las expectativas de desempeño seguirán siendo las mismas”, explica Fernández. David recomienda también regresar a los valores. Incluso cuando “mucho poder y elecciones nos estén siendo arrebatadas, usted sigue pudiendo elegir quién quiere ser”, explica.

Por ende, ayude a los empleados a clarificar lo que es importante para ellos. Usted puede hacer esto con todo el equipo preguntando, “¿cómo queremos actuar durante estos tiempos?, ¿cómo queremos tratarnos entre nosotros?”. Por ejemplo, los integrantes podrían acordar que quieren seguir entregando un producto de calidad y ser respetuosos y amables entre sí.

LEA: Aprenda cómo gestionar el estrés en su organización.

Aliente y modele el cuidado personal: El sueño, el ejercicio y la buena nutrición son remedios probados para el estrés y para mejorar la productividad. Por ello, aliente a los integrantes de su equipo a cuidarse a sí mismos, dice David. Por ejemplo, si usted ve a las personas revisando Twitter o chismeando acerca de una reorganización, durante los recesos del almuerzo, podría invitarlos a dar un paseo. No le corresponde al gerente dictar estos comportamientos, pero está bien dar consejos, especialmente con base en su experiencia. La respiración consciente también ayuda a calmar la ansiedad e incrementar el enfoque, dice Fernández.

© 2017 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por: The New York Times Syndicate