Conviértase en un ejecutivo irreemplazable para su empresa

Genere valor conociendo su puesto

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Una frase de uso común en las empresas es la afirmación “nadie es indispensable”, con el sentido de que los negocios siguen, aunque las personas se vayan. ¿Cómo se hace entonces para convertirse en un ejecutivo valioso, cuyo aporte sea digno de conservar?

José Villalobos, ejecutivo y autor del libro El ejecutivo irremplazable (Librería Lehmann), asegura que “mientras las empresas buscan que la sostenibilidad de sus operaciones no dependa de las personas que laboran en ellas, los ejecutivos buscan convertirse en piezas irremplazables dentro del negocio”, y esto es posible si conoce el puesto y se evitan los dos perfiles comunes de gerentes remplazables.

Precisamente, empresas como Britt, Dos Pinos y Carl’s Jr. valoran mucho la proactividad, el trabajo en equipo y la flexibilidad en aquellos irremplazables.

Según Villalobos, los gerentes irremplazables “hacen la tarea”, es decir, estudian sus obligaciones y entienden su puesto antes de aplicar cambios o lanzar ideas.

“Las organizaciones tienen dos dimensiones de operación: el día a día –que suele funcionar automáticamente– y la visión estratégica, que es el trabajo del grupo gerencial para dirigir la inercia diaria a buen puerto”, explica.

Para desarrollar su trabajo estratégico, el gerente debe conocer el día a día, la cultura de la empresa y entender el funcionamiento del negocio.

Esto le puede tomar varios meses, en los que deberá trabajar de más, para obtener información sin descuidar los resultados del día a día.

“El objetivo de un ejecutivo es lograr estabilidad y crecimiento, y si usted hizo bien su tarea, los va a lograr, en la empresa donde está o en otra. Las juntas directivas deben identificar a sus irremplazables, si no lo hacen, los perderán y se quedarán con los desorientados”, asegura Villalobos.

Los que no aportan

“Muchas veces en las empresas tenemos perfiles gerenciales inadecuados, que afectan la operación y no generan valor”, asegura Villalobos. Estos individuos se pueden agrupar en dos perfiles:

-Gerente testigo: No direcciona al equipo, no lidera y se convierte en un intercomunicador (le pregunta a su equipo qué hizo y lo transmite a sus superiores). Y cualquier consulta adicional lo obliga a volver al equipo, para obtener la información. Este tipo de ejecutivo desorienta a las organizaciones, porque sus equipos pueden estar trabajando fuera de la estrategia empresarial sin que él lo note.

-Gerente desenfocado: No conoce lo que hizo exitosa la compañía o no conoce la operación y se inventa cosas que no son aplicables en la realidad de la empresa. Con estos, las empresas pueden mantener el éxito porque su día a día funciona bien, pero pronto darán problemas.

Ambos perfiles llevan a las empresas a situaciones de riesgo. Y existe un tercer grupo, que se genera cuando los gerentes no cuentan con el respaldo de los altos mandos y se sienten inseguros. Para compensar esa inseguridad, suelen rodearse de aduladores, que terminan por convertirlos en gerentes “testigos” o “desorientados”, al separarlos de la realidad de la operación.

¿Quién es irremplazable?

Pablo Vargas, CEO de Grupo Britt, reconoce el valor de los ejecutivos que dan un aporte sensible a la empresa.

“Los ejecutivos que no me gustaría que se fueran son justamente los que forman parte de mi equipo. Son ejecutivos proactivos, que trabajamos en equipo pero que pueden asumir retos y amplias responsabilidades por sí mismos. Que siempre que ven un problema piensan en diferentes alternativas de solución y están dispuestos a compartir su forma de pensar. Son gente honesta, trabajadora, comprometida, creativa y ética. Son gente Britt, y son ejemplares para el resto de los colaboradores”.

Francisco José Arias, gerente de Relaciones Corporativas de Dos Pinos, asegura que en el entorno de competencia y exigencia hace imprescindible contar con gerentes que estén comprometidos con los valores y objetivos de la organización.

“Por sobre otras condiciones, nuestra empresa pondera las personas con altos valores personales, principios morales y humanos sólidos, que además tengan un alto sentido de flexibilidad para adaptarse a las necesidades de cambio”, dice Arias.

Otras características valoradas por la cooperativa son el liderazgo, el trabajo en equipo, perfil multicultural, el dominio de dos o más idiomas, su capacidad para la toma de decisiones en entornos complicados y bajo alta presión.

Andrés Fachler, director general de Carls Jr. Costa Rica, señala como ejecutivos valiosos a los que “tienen la capacidad de tomar decisiones correctas, concretarlas y ejecutarlas de forma eficiente. Entre las características que tienen aquellos que aportan valor están: liderazgo con capacidad de adaptarse al cambio, mentalidad de crecimiento, sentido de pertenencia e innovación”.

Es decir, las empresas conocen y valoran la gente irremplazable. Es su turno ahora.