Con las aperturas periódicas autorizadas por parte del Ministerio de Salud, la vuelta a las oficinas es un hecho. Sin embargo, nada es como antes y nada debe ser como antes en este retorno a las sedes físicas de los trabajos.
La salud y la seguridad física y emocional de nuestros colaboradores debe seguir siendo la prioridad. Debemos atender adecuadamente los servicios en la oficina, velando por la salud y seguridad de proveedores, clientes y visitantes, también. La virtualización llegó para quedarse y debe ahora reforzarse el proceso, para que todo sea técnicamente más correcto.
Hay que hacerlo todo de manera efectiva, eficiente y segura, pero tengamos claro que no es fácil. Convirtamos la resiliencia en un estado de vida personal y empresarial. El líder de cada negocio debe ser el líder del proceso de retorno a la oficina.
Nuestros colaboradores, que vuelven a las oficinas, siguen teniendo un nuevo estatus de vida. Sus hijos siguen en la casa, estudiando; sus parejas siguen también con teletrabajo, con jornadas modificadas posiblemente. Sus gastos y su forma de gastar cambiaron. Lo mismo ocurre con las personas que trabajan con nuestros proveedores y con los clientes. Volvemos a las oficinas, pero nada es igual.
Y cómo el líder es quien debe guiar este retorno, algunos consejos:
- Defina qué funciones y quiénes deben volver a la oficina, o quiénes podrían ser más efectivos si se mantienen con el teletrabajo. Esa claridad le ayudará en la definición de las medidas de seguridad.
- Organice la vuelta al trabajo, de forma escalonada, para que siga manteniendo el control de las cosas. Esto incluye la recepción de visitantes.
- Defina qué trabajos se harán en las oficinas y qué requerimientos tienen, por ejemplo, espacio para reuniones o atención de clientes.
Las personas que siguen con teletrabajo deben ser parte del trabajo, no pueden ni deben ser excluidos por aquellos que están trabajando físicamente. Además, hay que seguir apoyando su inserción a la tecnología y formatos que garanticen la seguridad, a partir de protocolos cada vez más elaborados de seguridad de la información.
Evalúe con regularidad y con indicadores estándar la efectividad del trabajo organizado para ir haciendo ajustes que aumenten la eficiencia y eficacia.
La limpieza y saneamiento, la organización adecuada de los espacios, el monitoreo del cumplimiento de las reglas de distancia entre personas, conlleva nuevas funciones. Defina bien quiénes las asumirán.
Revise y actualice políticas y procedimientos del área de recursos humanos.
La tecnología, su uso, los procesos y procedimientos también son otros. Revise y actualice.
Siga atento y en total cumplimiento a las definiciones de las autoridades.
De la bienvenida a su gente a la oficina y recuerde que ahora trabajaremos, posiblemente por mucho tiempo más, en un nuevo entorno.