Consejo: Cómo pueden las mujeres construir relaciones en un entorno laboral dominado por hombres

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Cuando es una de las pocas mujeres en la oficina, desarrollar las relaciones genuinas que necesita para superarse puede ser un reto. Busque formas sencillas de relacionarse con los demás: llegue a la oficina diez minutos antes y recorra el lugar para ver quién más llegó. Use los 30 segundos en el ascensor para ponerse al corriente con algún colega o busque el tiempo para hacerlo. Llegue a las juntas cinco minutos antes y hable con alguien que no conozca (en lugar de ocultarse detrás de su teléfono). Camine hasta el transporte público con un colega que tenga su misma ruta. Estar presente de lleno en la oficina puede ayudar a crear relaciones fundamentales. No se obligue a tener pasatiempos o a participar en actividades solo porque a sus colegas hombres les gustan. Si no disfruta el golf, no pasa nada. Decida qué le gusta e invite a algunos colegas a que se se unan.

Adaptado de “4 Ways Women Can Build Relationships When They Feel Excluded at Work”, de Brenda F. Wensil y Kathryn Heath.

Cuando anuncie un cambio, explique cómo contribuirá a mejorar la empresa

Los cambios ponen nerviosos a los trabajadores. Ya sea que esté anunciando una adquisición, una reorganización o una nueva política de recursos humanos, con frecuencia las personas necesitan ayuda para procesar la información. Haga que el anuncio sea recibido con suavidad explicando cuál es la razón del cambio. Proporcione los antecedentes de lo que no está funcionando y explique por qué el nuevo plan resolverá esa falla organizacional. Por ejemplo, hable de cómo los clientes han quedado insatisfechos o cómo la empresa está teniendo gastos extraordinarios, y luego explique con exactitud cómo el cambio podría solucionar el problema. Además, hable de cómo afectará a las personas a nivel individual; a menudo, la primera reacción de los empleados es preguntar: “¿Eso qué significa para mí?”. No pinte de color de rosa cualquier inconveniente que pudiera surgir del cambio y evite el impulso de decir lo difícil que le resulta dar la noticia, pues puede sonar a manipulación. En cambio, demuestre humildad y responsabilidad y concéntrese en lo que necesitan tus trabajadores.

Adaptado de “How to Tell Your Team That Organizational Change Is Coming”, de Liz Kislik.

Si un cambio en su profesión va a reducir su salario, primero intente vivir con él

Cuando se trata de un cambio profesional importante, el pago suele ser un tema difícil de eludir. ¿Sería capaz de cambiar de trabajo si se redujeran sus ingresos? Deshágase de parte de la incertidumbre haciendo una prueba con su nuevo salario. Establezca la cantidad que supone que va ganar y viva con ella de dos a cuatro meses. Esto le dará un panorama real de lo que sería la vida diaria en su nueva profesión. Si vas a ganar mucho menos dinero, piense seriamente de qué gastos podría prescindir, por ejemplo, comidas en restaurantes, comestibles costosos o suscripciones de televisión por cable. Al final de la prueba, revise su presupuesto para ver qué tal lo hizo. Claro está que debe analizar junto con su cónyuge, pareja u otros miembros de la familia las implicaciones financieras de su cambio de profesión. Determinar las expectativas de lo que podrá costear y lo que no dejará menos espacio para sorpresas.

Adaptado de “HBR Guide to Changing Your Career,” de Harvard Business Review.

+

¿Cómo apoyar a su pareja si el trabajo la está estresando?

Aunque para ti sea fácil dejar sus preocupaciones laborales en la oficina, tal vez para su pareja no lo sea. ¿Cómo puedes ayudarle a sobrellevar el estrés? Novatos, presten atención. Cuando su pareja llega a casa y comienza a hablarte de alguna frustración en la oficina, trata de no “escuchar a medias” mientras lava los trastes o prepara la cena. Deténgase, preste atención y sea empático. En ocasiones solo buscan desahogarse, otras quizá necesiten su consejo. Si no tiene la certeza de lo que necesita que haga, pregúnte. Puede ofrecer un consejo, pero hágalo de forma amable. Diga algo como: “Tengo una sugerencia para ese problema. ¿Quiere escucharla?”. Si tienes la sensación de que su pareja está malinterpretando un problema en la oficina, formule preguntas que no parezcan amenazantes para saber más al respecto: “¿Qué hace pensar que es así?”. Sin importar lo que haga, jamás compares el día estresante de su pareja con el suyo. No se trata de una competencia de resistencia al estrés.

Adaptado de “How to Help Your Spouse Cope with Work Stress”, de Rebecca Knight.

Cómo escribirle por correo electrónico a alguien con quien había perdido el contacto

Cuando verdaderamente necesita que alguien con quien no ha hablado en mucho tiempo le haga un favor, buscar a la persona de repente puede resultar extraño. Vuelva a romper el hielo enviando un correo electrónico con un asunto claro, como “Retomando el contacto”. Desde el inicio del correo electrónico, reconozca que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablaron y haga un pequeño resumen de lo que has hecho en tu vida profesional. Esto le dará a tu solicitud un contexto útil. Luego, deje saber qué tipo de ayuda necesita. Quiere sonar amistoso y confiado de que querrá decir que sí a lo que le proponga, pero facilítele el poder decir que no y ofrece devolver el favor de cualquier manera: “Sé que debe estar muy ocupado, así que agradezco de antemano la atención. Por favor, hágame saber si hay algo en lo que yo pueda ayudarle, ya sea ahora o más adelante”. Y luego siga en contacto. Así, la próxima vez que quiera saludar a esa persona no será incómodo.

Adaptado de “How to Email Someone You Haven’t Talked to in Forever,” de Rebecca Zucker.