Cinco consejos sobre las relaciones con sus colaboradores

Recomendaciones gerenciales

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1. Para mantener involucrados a tus empleados, sé curioso y ponles retos

Los líderes desempeñan un papel significativo al ayudar a los empleados a entender por qué su labor es importante, pero no solo se trata de conectar su trabajo con un propósito más grande. También puede hacerlo demostrando curiosidad:

Explore, haga preguntas y vincule a la gente con sus ideas acerca del futuro. Deje claro que hay un gran rango de posibilidades para la manera en que se realiza el trabajo y que quiere que sus empleados prueben cosas nuevas. Al mismo tiempo, manténgalos enfocados en cumplir metas y progresar. Sea ambicioso ante los fracasos y el éxito, e impulse a su gente para que continuamente logre sus objetivos. Lo ideal es que sus empleados tengan un sentido de progreso, reinvención y crecimiento, lo cual da como resultado una experiencia laboral más significativa y positiva.

Adaptado de “How to Make Work More Meaningful for Your Team”, de Lewis Garrad y Tomas Chamorro-Premuzic.

2. No tema hacer amigos en el trabajo

Las amistades en la oficina pueden ser engañosas. Cuando los límites se borran entre lo profesional y lo personal, hay probabilidades de que los sentimientos y el desempeño del equipo se vean afectados. Sin embargo, solo porque existe la posibilidad de que ocurran enredos difíciles no significa que deba evitar charlar con sus colegas. De hecho, las investigaciones muestran que la gente que hace amigos en el trabajo tiene niveles más altos de productividad, retención y satisfacción laboral. Así que tómese el tiempo de conocer a la gente y forjar vínculos. No necesariamente tiene que salir a beber una copa o compartir muchísimos detalles personales. Las relaciones positivas se basan en la vulnerabilidad, la autenticidad y la compasión, así que enfatice esos valores en sus interacciones con tus colegas. Además, no suponga que será fácil. Todas las amistades tienen momentos difíciles. Las amistades en el trabajo simplemente tienen obstáculos distintos.

Adaptado de “Having Work Friends Can Be Tricky, but It’s Worth It”, de Emma Seppala y Marissa King.

3. Establezca reglas básicas para su siguiente conversación difícil

Las conversaciones difíciles son en parte desafiantes porque no sabe si la discusión se saldrá de control. Para asegurarse de que todo salga bien, establezca un código de conducta con su interlocutor previamente. Como medidas mínimas, sugiera no interrumpir, no gritar ni hacer ataques personales. (Sí, son puntos básicos, pero es útil que todos los recuerden). Después pregunte qué otras reglas son importantes para su colega. Si le preocupa que no siga las reglas, anótelas en una hoja o un pizarrón. Si comienza a alzar la voz, por ejemplo, puede señalarlas amablemente y recordarle: “Dijimos que no gritaríamos. ¿Puede bajar la voz?” Tener reglas básicas establecidas puede ayudar a mantener la conversación bajo control.

Adaptado de HBR Guide to Dealing with Conflict, de Amy Gallo.

4. Transmita calma como nuevo gerente

Cuando trabaja por primera vez como gerente, la gente estará observándo. Lo que piensa, lo que diga y cómo se presente puede tener un impacto directo en sus subordinados. Es importante proyectar calma, seguridad y competencia, aunque se sienta estresado. Reconozca que un momento fugaz de enojo o impaciencia podría terminar afectando la moral de su equipo. Piense en el tipo de gerente que quiere ser, y recuerde ese ideal en cada interacción. Use su autoconsciencia para percibir cuando se esté poniendo muy nervioso. Si mantiene una presencia estable con los pies en la tierra, aumentará las probabilidades de que su equipo se sienta cómodo trayéndole la información importante que necesita, aunque sean malas noticias.

Adaptado de “How New Managers Can Send the Right Leadership Signals”, de Amy Jen Su.

5. Reduzca sus horas de trabajo

El estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo no son poco usuales. Puede que esto no sea muy sorprendente, dado que las horas de trabajo siguen aumentando para los trabajadores mejor pagados. Aquí hay algunos consejos para reducir las horas que aporta:

—Sea estratégico: cualquier buena estrategia involucra establecer metas, desarrollar un plan para alcanzarlas y rastrear el progreso para lograrlas. Lo mismo sucede con la productividad.

—Defina un parámetro: elija un parámetro para la productividad sustentable, por ejemplo el número de horas trabajadas a la semana. Después de seguimiento a los datos de ese parámetro, establezca metas para mejorar y haga experimentos para ver qué factores influyen en él.

—Enfóquese en un cambio a la vez: hay muchas cosas que se necesitan para ser más productivo. Sin embargo, es demasiado trabajar en demasiadas aptitudes al mismo tiempo. En vez de eso, averigua cuál es el obstáculo más grande para tu productividad.

—Cambie su comportamiento: hacerse más productivo se parece más a perder peso que a memorizar los nombres de los presidentes; es el resultado de los cambios de comportamiento o del estilo de vida, no (solo) del conocimiento acumulado. Como resultado, la clave para hacerse más productivo es cambiar pequeños comportamientos y apegarse a esos cambios a lo largo del tiempo.

—Encuentre a alguien que le obligue a rendir cuentas: es muy difícil cambiar su comportamiento solo. Así que busque a alguien que quiera recorrer ese trayecto con usted, y sea honesto en cuanto a su progreso.

Adaptado de “How to Be More Productive Without Burning Out” en HBR.org.