Cinco lecciones para ejercer un liderazgo ético

¿Qué deberían hacer los líderes actuales para construir confianza con sus equipos y el público?

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El simplemente volverse un líder es suficiente para exacerbar las tendencias poco éticas de algunas personas. Sin embargo, el poder no corrompe a todos. Nuestra investigación sugiere que algunas características clave de la personalidad predicen un comportamiento poco ético en el liderazgo.

Reunimos información sobre la personalidad y calificaciones de comportamiento ético (por ejemplo, integridad, responsabilidad) de 3.500 líderes a lo largo de 30 organizaciones con las que habíamos trabajado. Las organizaciones incluidas en nuestro estudio eran mayormente multinacionales, representaban a diversas industrias y variaban en tamaño de medio a grande. Esperábamos examinar la relación entre personalidad y liderazgo ético a través de un rango de diferentes entornos y situaciones.

Entonces, ¿qué deberían hacer los líderes actuales para construir confianza con sus equipos y el público? He aquí algunos consejos:

1. Ser humildes, no carismáticos

Es natural que seamos atraídos a personas a quienes percibimos como inspiradoras, divertidas y comprometedoras. Tiene sentido que se requiera un poco de carisma para atacar de los demás. El carisma también puede ser útil para involucrar en inspirar a los miembros del equipo a trabajar hacia la misión de la compañía. Sin embargo, un carisma sin restricciones llevará a una reputación de ensimismamiento y autopromoción. Cuando los empleados sienten que usted está excesivamente enfocado en sus propias preocupaciones e ideas, no se sentirán apoyados. El equipo puede comenzar a preocuparse de que usted hará lo que le convenga a su agenda personal, en lugar de lo que sea mejor para el equipo o la organización.

2. Ser estables y confiables

Aunque pueda haber sido ascendido con base en su carisma, la confiabilidad y responsabilidad son más importantes para su equipo. Como líder, tiene una tremenda cantidad de autonomía y poder para la toma de decisiones. Si las personas les confiarán a los líderes ese poder, necesitan confiar en la habilidad de líder para mantenerse fiel a su palabra y hacer lo correcto para la organización. Mostrarle a su equipo que usted es precavido, toma riesgos calculados y se adhiere a los principios organizacionales será un gran avance para construir confianza.

3. Recordar que la modestia es la mejor política

A veces, todos podemos disfrutar trabajando en un entorno que sea menos formal. Sin embargo, sigue existiendo un grado de responsabilidad y profesionalismo que las personas esperan de quienes están a cargo. Tratar de ser querido y conocido como el “jefe divertido” puede manchar su reputación en el largo plazo. Está bien mantener algo de espacio entre usted y su equipo. Ello envía la señal de que usted está ahí para beneficio profesional de sus empleados, y que ellos pueden confiar en usted.

4. Equilibrar el análisis con la acción

Aunque las personas aprecian un grado de racionalidad en el proceso de toma de decisiones, tenga cuidado de no enfocarse tanto en los datos y el análisis que se olvide del impacto general de sus decisiones. Pasar demasiado tiempo analizando información puede impedirle tomar decisiones importantes, especialmente en situaciones de alta presión que requieren acciones rápidas. La información podría indicar el mejor curso de acción para el resultado final, que no es siempre la mejor decisión para el equipo extendido y para las partes interesadas relevantes. El liderazgo debe ser capaz de tomar una decisión y aplicar rápidamente acciones correctivas, incluso si ello inicialmente daña sus resultados.

5. Ser vigilantes, la vulnerabilidad se incrementa con el tiempo

Aprender y ajustarse a un nuevo rol, especialmente un rol altamente visible de liderazgo, puede tomar tiempo. Es durante los primeros meses en un nuevo puesto que los líderes usualmente se dedican más a observar lo que sucede a su alrededor. Los nuevos líderes también tienden a ser más cuidadosos en sus interacciones con otros y podrían tener mayor enfoque en la impresión que provocan en los demás. Con el paso del tiempo, los jefes se vuelven más cómodos en nuevos entornos y dejan de poner atención a sus reputaciones. Es usualmente después de la marca de los seis meses cuando los directivos ven un mayor riesgo de las tendencias hacia el lado oscuro que pueden impedir el éxito o descarrilar carreras. Manténgase vigilante y continuamente busque retroalimentación.

Las características de personalidad que hicieron que lo eligieran como líder no son siempre las mismas que lo volverán efectivo en ese rol. Pasar demasiado tiempo tratando de destacar o avanzar lo puede poner a usted (y a su equipo) en un mayor riesgo de involucrarse en comportamiento poco ético. Ser consciente de su entorno y entender las formas en que influye en su equipo lo ayudará a mantener a todos en el camino.

Kimberly Nei es gerente de investigación de clientes en Hogan Assessments. Darin Nei es consultor senior para el equipo de alianzas globales de Hogan Assessment.