Empresas del Siglo XXI: Adquisiciones transformacionales

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

De acuerdo con la encuesta global de PwC del 2014 sobre Fusiones y Adquisiciones, en los últimos tres años se ha dado un cambio importante en el tipo de compras de empresas.

Han disminuido las adquisiciones por absorción, empresas de la misma industria con el fin de consolidar el negocio, y se han incrementado las transformacionales que implican compras de empresas para adquirir nuevos mercados, canales, productos u operaciones.

Alcanzar las metas estratégicas, financieras y operacionales que ya están establecidas cuando se compra una empresa continúa siendo un reto, pero con las adquisiciones transformacionales el reto es aún mayor.

En el 2013, el 65% de los encuestados caracterizaron su reciente transacción como exitosa desde la perspectiva estratégica, el 49% reportó el logro de las metas financieras y solo el 35% reportó el logro de las metas operacionales.

Mientras los objetivos estratégicos se logran usualmente al finalizar la transacción, los objetivos financieros requieren un fuerte enfoque en realizar las sinergias proyectadas, que se logran más en costos que en ingresos.

Los objetivos operacionales son los más difíciles de realizar porque requieren de un compromiso sostenido durante la integración y una disciplina de desempeño en el mediano y largo plazo.

En las adquisiciones transformacionales los riesgos radican principalmente en la integración de las tecnologías de información y el alineamiento de los procesos de negocios, ya que requieren una mayor negociación y colaboración en el proceso de integración, por parte de las empresas para determinar cuál es el mejor abordaje, a diferencia de las compras por absorción en que simplemente se migra a los procesos y tecnología del comprador.

Los objetivos financieros requieren un fuerte enfoque en realizar las sinergias proyectadas, que se logran más en costos que en ingresos.