Empresas del Siglo XXI: El gran valor de la humildad dentro del quehacer de los negocios

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La humildad siempre ha sido una cualidad muy importante para la vida y también para los negocios.

Su presencia reduce los enfrentamientos individuales poco productivos y resalta el valor de las buenas ideas que nacen del trabajo en equipo.

Lo anterior porque, al suavizar el camino de las relaciones, se logra obtener el máximo beneficio de la asociación con los demás y permite liberarnos de la carga de una lucha desgastante nacida de una actitud egocéntrica.

Se dice que para seguir un objetivo y alcanzar la meta hace falta una gran cuota de humildad.

Su presencia en nuestra labor indica que nunca quedaremos paralizados por la soberbia de habernos impuesto exigencias poco realistas.

Quienes ponen su empeño en buscar soluciones acertadas en los temas de estrategia y acción de las empresas, comprenden que esta cualidad se convierte en una necesidad imperiosa para avanzar en cualquier tipo de actividad.

Generalmente, en los negocios el tiempo significa dinero, aprovecharlo con una excelente comunicación basada en el principio de la humildad puede potenciar las ideas y la creatividad.

A la vez, abre nuevas y variadas oportunidades como producto inmediato del respeto al quehacer ajeno.

La esencia misma de la tarea de comunicar comercialmente implica enaltecer los propios atributos de los productos o servicios para convencer, pero esto no significa que se deba dejar de lado el respeto a este valor durante su proceso.

¿Cómo comprenderlo? ¿Qué nos indica su presencia? Estas preguntas tienen su respuesta dentro del éxito colectivo que va más allá de las adulaciones personales y se convierten en un bien grupal con múltiples ganancias humanas.