Empresas del Siglo XXI: ¿Por qué la confianza es vital en la empresa?

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Para ser una empresa “consciente” se requiere, además de entender el concepto y adoptarlo, desarrollar varios componentes que le dan la coherencia necesaria para pasar de la prédica a la práctica.

Uno de esos componentes es la cultura organizacional que debe prevalecer. De acuerdo con John Mackey y Raj Sisodia, en el best seller Conscious Capitalism, esa cultura debe cumplir con el acrónimo TACTIL, que se forma de los siguientes conceptos: trust (confianza), accountability (responsabilidad), caring (cuidado), transparency (transparencia), intgrity (integridad), loyalty (lealtad) y egalitarianism (equidad).

Me concentraré en el primero de ellos. El confiar en los demás y ser confiable es absolutamente intrínseco al ser humano, provocando en nosotros comportamientos muy disímiles si nos encontramos en un ambiente de confianza o en uno carente de ella.

En el primer caso, la gente se compromete con facilidad, busca incansablemente los resultados esperados por sus líderes y tiende a dar lo mejor de sí, para lograr altos niveles de desempeño.

Caso contrario ocurre en un ambiente de desconfianza, donde prevalece la abdicación a sus principios y valores de los ejecutivos irresponsables o la fuga de los mejores talentos de la organización. Se observan con facilidad las escusas, la falta de compromiso y la mediocridad, erosionando la capacidad de la organización para crear valor.

La confianza no se crea con grandes campañas publicitarias, ni con rótulos en las paredes de la empresa. Se crea lentamente por medio del ejemplo de sus líderes, con la coherencia de sus decisiones y con sus esquemas de control. Por el contrario, se pierde muy rápidamente y con solo una acción desafortunada, se pueden echar por la borda años de meticulosa construcción.