¿Es rentable un sistema de gestión de la calidad?

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Una de las preguntas frecuentes es: ¿cuál es la rentabilidad de un sistema de gestión de la calidad?

Estudios de varias universidades han demostrado como estos sistemas contribuyen a cambiar positivamente casi todos los indicadores financieros de una empresa y sus beneficios; superan por mucho los gastos incrementales por implementarlos. Sin embargo, la rentabilidad o no de la ISO 9001 realmente no depende de la herramienta, sino de su buena o mala utilización.

ISO 9001 es una plataforma muy bien estructurada para producir mejoramiento continuo. Como me dijo una vez el gerente de una importante empresa centroamericana: “Antes, con suerte hacíamos dos o tres proyectos de mejoras al año, ahora con las oportunidades que afloran sistemáticamente, generamos cerca de 50 iniciativas anuales. En cinco años que llevamos trabajando con él, imagine usted cuánto hemos crecido”.

Si su vara para calificar la pertinencia o no del sistema de gestión es la rentabilidad, tenga muy presente el enfoque de Goldrat con su teoría de las restricciones. El fortalecimiento de un área en particular no se materializará hasta tanto no se haya liberado una restricción del sistema. Esto es equivalente a decir que de nada me sirve hacer más fuertes los eslabones de una cadena, si existe uno, sumamente débil, que delimita la capacidad de toda la cadena.

Estos sistema no fueron diseñados para optimizar directamente los resultados financieros de una empresa. Su principal contribución es poner en sus manos una plataforma con gran impacto sistémico y cultural, encaminada a desarrollar la excelencia. Sin embargo, no está por demás encontrar dónde están sus puntos débiles o restricciones y utilizar con inteligencia el sistema para fortalecerlos. Esto contribuirá a su rentabilidad.