La política de teletrabajo de su empresa debe estar diseñada para evolucionar

Claridad en las reglas es fundamental para éxito del proceso

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Banco Cathay implementó su política de teletrabajo en 2015 y ya en agosto de 2016 aplicó una actualización significativa: pasó de un modelo único a cinco opciones de horario. Esta actualización y evolución debe ser la naturaleza de una política de teletrabajo moderna, pues de lo contrario, se queda atrás y genera menos resultados positivos para la empresa y sus colaboradores.

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"En cualquier relación contractual, es necesario conocer las reglas que aplican. Para el teletrabajo es necesario sentar bases, por ejemplo, quiénes son elegibles para realizarlo, cómo, quién deberá proveer las herramientas, cuál es el mínimo de tecnología de comunicación que debe tener y qué requerimientos y comportamientos se esperan durante el teletrabajo", explica la abogada corporativa Angie Portela, del bufete LatinAlliance.

Cristina Cubero, directora de consultoría de Deloitte, afirma que una práctica saludable de teletrabajo debe considerar los siguientes factores:

-Asegurar la operación y cobertura de mercado o garantía de cobertura de mercado / cliente: Esto se define como el entendimiento de la dinámica del sector y el modelo de prestación de su servicio o sus canales de atención, para que el mercado no perciba un cambio producto del impulso del modelo.

-Garantizar cobertura de necesidades derivadas de las operaciones de la empresa: Operaciones internacionales, procesos productivos continuos, clientes globales, turnos de operación.

-Asegurar el componente jurídico: Atención a la legislación vigente, análisis y observación en materia jurídica y respeto a temas laborales.

-Asegurar la dinámica interna: o atender las nuevas necesidades de coordinación, necesarios para continuidad de la operación.

-Revisión de sistemas de gestión de RRHH: para apoyar nuevas necesidades del colaborador, diseño de modelos de supervisión, efectividad, monitoreo. También el desarrollo de competencias para el trabajador virtual. Revisar planes de capacitación adecuados. Tanto para el teletrabajador como para sus jefaturas y la organización en general.

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-Revisión de modelos de transacciones para el colaborador: desarrollo o nuevos esquemas de atención de sus requerimientos y trámites si se trabaja en línea el ideal sería que sus trámites y servicios con la organización puedan ser también virtuales.

-Revisión de recursos e infraestructura necesaria: tecnología, seguridad, ergonomía.

-Planes de medición: de la efectividad, productividad y clima y satisfacción del cliente y el colaborador. Esto para asegurar la efectividad del sistema.

"El teletrabajo es finalmente una transformación de la dinámica de trabajo, aunque sea un cambio percibido de manera positiva, debe gestionarse para estar seguros que las personas quieren, pueden y saben hacer el cambio, si esto falla, una política no solucionará la falta de efectividad y productividad", advierte Cubero.

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Lea más sobre este tema en la sección Gerencia de El Financiero que circulará a partir del lunes 26 de setiembre.