¿Por qué el color afecta la percepción del cliente sobre su producto?

Este fenómeno incluye elementos que involucran la física, la biología y la cultura, y afectan sus resultados de ventas

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Cuando su equipo de diseño de productos renueva el empaque de un producto consolidado, o presenta un nuevo proyecto comercial, la elección del color es uno de los procesos claves.

César Carrascal, director de la Escuela de Diseño de Productos de la Universidad Veritas, asegura que estas decisiones requieren "una aproximación del fenómeno cromático desde la antropología del diseño, para contemplar varios elementos que involucran la física, la biología y la cultura". El gerente debe tener en cuenta este conocimiento a la hora de evaluar y aprobar -o rechazar- un concepto.

La sensación de color, explica Carrascal, es dada por "un complejísimo proceso físico-biológico que activa el sistema nervioso", gracias a los efectos que ocasiona la luz sobre las células foto-receptoras especializadas de los ojos (conos y bastones).

A lo largo de la evolución, el sistema nervioso afinó la forma en que percibe la sensación cromática, "modelando el cerebro para que reaccionara en sus diferentes etapas, para posibilitar la sobrevivencia, y denotar jerarquías sociales o estimular conductas sexuales", dice. Por esto, el color tiene un profunda incidencia en los comportamientos y percepciones humanas.

"Nunca antes en la historia de la humanidad el cerebro había sido sobre estimulado con tanta complejidad cromática como en el mundo moderno, por la cantidad de objetos que se producen. No sólo recibimos estímulos de color pigmento artificial por sistemas de producción industrial, sino que el color luz modifica nuestra conducta para evolucionar la interacción con los objetos, al prolongar la luz del día. Por esto, es urgente que el diseño ergonómico se anteponga a las tendencias y correcciones estéticas de la cultura contemporánea, para reconciliar la relación del color con el cerebro primitivo", asegura Carrascal.

El diseñador insiste en que el color es un sistema complejo, y las empresas deben considerar sus tres elementos fundamentales para una adecuada exposición de un producto:

-El sistema ocular. Una estrategia está en el diseño del espacio, los conos y bastones pueden estimularse en forma moderada mediante la armonía de tonos en los diferentes planos.

-El producto. Toda superficie de material "debería ser diseñada y programada para una función especifica, además de esto hay que tomar en cuenta que se deben elegir procesos de fabricación y utilización de herramientas que potencialicen fenómenos de refracción, difusión y reflexión cromática", recomienda Carrascal.

-La fuente de luz. Es indispensable ordenar las diferentes longitudes de ondas que van a interactuar con el producto, "se debe minimizar el caos lumínico para exponer las cualidades del producto", ya que estas "influyen en forma sorprendente en la toma de decisiones, cuando hay concordancia con la con la función del objeto".

Aunque el gerente no está obligado a estudiar los detalles relacionados con el color, sí debe considerar el proceso completo, para que así evite imponer su gusto personal o recomendaciones poco informadas, que pueden reflejarse en pérdidas.

Para conocer más detalles sobre el proceso de selección de color en productos, puede consultar el artículo publicado esta semana en Gerencia de El Financiero.