¿Por qué la resolución de conflictos es buena para el gerente?

Arbitraje es recurso útil para empresas

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Si las sociedades comerciales son como un matrimonio, la cláusula de arbitraje es como el acuerdo prenupcial: ambos comienzan con la fe de nunca tener problemas, pero cada uno cuenta con una herramienta para resolver dificultades futuras sin necesidad de incurrir en los costos y otros inconvenientes de los procesos judiciales.

Jorge Manuel Chacón, presidente de la Comisión de Arbitraje de la International Chamber of Commerce (ICC), afirma que el arbitraje es “el medio más usado para solución de conflictos comerciales internacionales” y se puede convertir en el recurso más aplicado también para problemas entre empresas nacionales.

Usted, como gerente, debe conocer las generalidades del proceso y asegurarse de que su equipo legal incluya la cláusula cuando el negocio lo amerite y siempre que tenga la disposición y claridad para seguir las reglas.

Breve y definitivo

Las razones para recurrir a un arbitraje son variadas: desde el enfrentamiento entre dos empresas –con interpretaciones distintas de un mismo contrato– hasta la discusión de dos socios en desacuerdo sobre cuánto le corresponde a cada uno en los beneficios –o pérdidas– de un negocio en común.

Zoyla Rosa Volio, directora ejecutiva del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Costa Rica, explica que el tribunal arbitral funciona como un tercero independiente, que estudia el caso de acuerdo con la ley que rige sobre el contrato y decide quién tiene razón.

“Nosotros entramos cuando se genera la controversia, entonces las partes no tienen que ir a los tribunales ordinarios. El tribunal arbitral tiene muchísimas ventajas: cada parte escoge un árbitro y estos van a ejercer la función de un juez, y a resolver en un procedimiento muy similar al de los tribunales ordinarios”, señala.

Los árbitros acreditados son profesionales que se comprometen a desarrollar un proceso transparente, sin favorecer a alguna de las partes, con respeto al debido proceso y protegiendo todas las garantías que aplican según la ley correspondiente. Además, ven el proceso de principio a fin, a diferencia de los procesos judiciales, en los que se involucran diferentes jueces.

“En el arbitraje, los árbitros dan la solución, imponen el laudo –que es la sentencia– y hay que cumplirla porque es de acatamiento obligatorio”, dijo Volio.

Preguntas frecuentes

“Tal vez el empresario o el gerente de una empresa no tiene que conocer todas las etapas, porque esto lo maneja el abogado, pero sí debe pedir la cláusula arbitral. El empresario debe tener la noción de que hay una fórmula para resolver los conflictos, porque la cláusula tiene que estar pactada en el contrato original, para poder ir al arbitraje”, explicó Volio.

Al tratarse de una herramienta cuya popularización es reciente, las dudas son similares en diferentes partes del mundo.

José Antonio Caínzos, presidente del club español del arbitraje, coincide con Volio en que todos los gerentes deben saber que cuentan con la opción del arbitraje y en qué consiste.

“Muchos gerentes y empresarios no lo conocen o tienen información muy elemental, y por tanto sienten desconfianza. Tiene que saber que es una buena opción, pero que funciona de manera diferente del sistema judicial y, por lo tanto, tiene que evaluar factores como la imposibilidad de apelar el resultado, pero que a cambio de eso va a ganar tiempo y resolver en un plazo razonable”, asegura.

Caínzos apunta la condición de los árbitros (por sus posibles relaciones con las partes) y el carácter obligatorio de los laudos como los principales temores del empresariado, y asegura que existe evidencia y casos internacionales que permiten disipar esas inseguridades.

El ahorro de tiempo, la privacidad y la probidad de los árbitros juegan en favor del arbitraje.

Por eso, busque información con su departamento legal y decida si esta opción es una herramienta útil para su empresa.