Han pasado muchos años desde que empezamos a oír la célebre frase “ garbage in, garbage out ” durante la implementación de sistemas y aún seguimos batallando con la calidad de la data .
Estudios muestran que los colaboradores desperdician muchas horas de trabajo buscando datos, identificando y corrigiendo errores y buscando fuentes que confirmen datos que les generan dudas.
Cuando la data es poco fiable, los gerentes rápidamente pierden confianza y vuelven a usar su intuición en la toma de decisiones cotidianas y en la dirección e implementación estratégica.
Mejorar la calidad de los datos usualmente no es tan difícil como solemos creer. Aunque se cree que la solución es mejorar la tecnología, descansa más bien en mejorar la comunicación entre los creadores de la data y los usuarios.
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El esfuerzo debe ir enfocado a que TI se convierta en socio de sus clientes internos, de manera que puedan identificar las causas de sus errores y puedan encontrar formas de mejorar la calidad en el futuro, en lugar de solo limpiar los datos erróneos del pasado.
Además, se debe considerar cambiar la responsabilidad por la calidad de los datos sacándola del departamento de TI y ponerla en las manos de los gerentes, quienes, por ser los afectados e interesados en obtener los datos correctos, deben asegurarse de que los creadores de los datos comprendan cómo se va a usar la data.
Es común ver disparidades en cuanto a la utilidad de la data entre departamentos y es que algunos gerentes rehúsan aceptar que sus datos no le agregan valor y otros no saben cómo mejorarlos.
Para lograr institucionalizarlo, el compromiso con la calidad de los datos, al igual que el de los productos, debe permear desde el nivel más alto de la organización, no puede ser delegado.