Los costarricenses tienen características que permiten la implementación y avance en el uso de servicios FinTech en el país, así lo aseguró Nayid Aguilar, CEO en OMNi.
La educación tecnológica y de innovación, el gusto por probar nuevos productos, y una plataforma celular robusta, que está por encima del promedio de otros países, además de una bancarización de alto nivel, construyen un perfil país adecuado para el desarrollo de las operaciones FinTech.
Según Nayid Aguilar, “estas condiciones son valoradas en el camino a la digitalización de la economía costarricense, y podría presentar una mejora importante si se abre a la posibilidad de adaptación a nuevos modelos financieros. Es decir, si los usuarios, las empresas y el Estado deciden dar el paso a una revolución digital”.
Cotidiano y digital
Con FinTech la población tiene posibilidad a un mejor estilo de vida, donde los pagos por los servicios y las compras son sencillos y seguros, llevando todos los beneficios de este modelo a su cotidianidad. Por ejemplo, los pagos por Código QR en comercios y servicios de movilidad, transferencias P2P, acceso a créditos sin intermediarios las 24hrs, los siete días de la semana, reducción de costos sobre transferencias, eliminación de filas y desplazamientos a bancos, entre otras ventajas.
“Otras economías en el mundo han mostrado una evolución palpable en el manejo de sus finanzas, debido a la inclusión de tecnología en sus procesos. La digitalización y la autogestión en los servicios son algunas de las aplicaciones en una economía FinTech. Aunque, Costa Rica no termina de desarrollar las bases para implantar este tipo de soluciones financieras, ya realiza importantes esfuerzos en el área, siendo incluso el país de la región centroamericana con mayor capacidad para asumir los cambios”, comento el CEO de ONMi.

Tecnología segura para el desarrollo
Actualmente, el país incursiona en el área con la digitalización de servicios, lo que impulsa a la renovación del sistema financiero costarricense, y OMNi es un promotor de este tipo de desarrollo económico.
La oferta de valor de OMNi se basa en una super app que ofrece una serie de servicios, y la que permite al usuario, poder cancelar todas sus necesidades desde el mismo ecosistema.
Esta super app ha desarrollado una red basada en código QR que viene a romper los sistemas de pago a través de una tecnología segura. Hacer una transferencia es tan fácil como tomar una foto, se escanea el código QR como tomar una fotografía y se transfiere el monto de dinero.
Los beneficios para sus usuarios permiten que al digitalizar sus finanzas sea posible eliminar las visitas a sucursales, filas, trámites burocráticos, contacto físico y papeleos. Además, a nivel general el aporte socioeconómico es una realidad con la creación de nuevas fuentes de empleo y productos financieros.

Hacia un escenario óptimo
Adaptar los servicios que ofrece la banca tradicional en una sucursal electrónica o distintas herramientas colocadas en el mercado no es suficiente. Según Nayid Aguilar, la gran diferencia que consigue el modelo FinTech se concentra en su capacidad para encontrar el vacío en la experiencia financiera de los usuarios y adaptar sus servicios; esto le permite ser un catalizador del sistema convencional.
Existen dos caminos para la operación de una FinTech: generar una alianza con una entidad financiera regulada o adquirir una licencia de operación bancaria. El escenario óptimo depende del nivel de regulación que exista en el país, el interés que tengan quienes lideran el desarrollo de este esquema y la apertura de la banca tradicional.
El CEO de OMNi, concluyó mencionando que los factores clave para el fortalecimiento de esta industria y por ende del sistema financiero son: contar con el talento humano, el capital y la demanda de los usuarios; de los cuales, como país, contamos con ellos.