130 recortes de la última etapa de Henri Matisse se lucen en Londres

Exposición va del 17 de abril al 7 de setiembre en la Tate Modern

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Una muestra de 130 recortables en vivos colores analiza la técnica desarrollada por el artista francés Henri Matisse en su último capítulo creativo, cuando la falta de movilidad le hizo recurrir a las tijeras.

La exposición Henri Matisse: Recortables, presentada en la Tate Modern de Londres, abrirá el 17 de abril y cerrará el 7 de setiembre. Se centra en los trabajos hechos por el pintor, dibujante y escultor entre 1937 y 1954, cuando la salud le abandonaba.

Al comenzar a perder movilidad y fuerza, tras cumplir 70 años, Henri-Émile-Benoit Matisse (1869-1954) recurrió a las tijeras –como se aprecia en un vídeo al comienzo de la exhibición– para recortar papeles pintados con los que elaboraba maquetas por encargo.

Con esos recortables, el artista francés destacaba formas esculturales en las que abunda el color, con el que recreaba la superficie del agua o vegetaciones exuberantes, frecuentemente en obras de grandes dimensiones.

Pasado un tiempo, el recortable terminaría dando paso a un nuevo concepto creativo e independiente.

Para Matisse, esta técnica de los recortes suponía una manera de liberarse de las restricciones que le imponía la pintura.

Esa idea de que el arte y la libertad se relacionaban intrínsecamente era algo que defendía.

En esta exposición se exhiben juntas por primera vez algunas de las obras que el francés concibió con esa técnica, al tiempo que se mostrarán otras composiciones, como los cuatro Desnudos Azules, creados en 1952 durante uno de los momentos más prolíficos de la carrera de Matisse, nunca antes expuestos en el Reino Unido.

Esas composiciones, en las que se aprecia una silueta femenina sentada de color azul frente a un fondo blanco, que va variando su pose ligeramente de una a otra obra, ilustran el renovado interés del pintor en la figura de la mujer, a la que frecuentemente retrató a lo largo de su vida.

“Todas las obras de esta exposición están basadas en los recuerdos de Matisse de composiciones anteriores y hay en ellos una sensación de recapitulación y de llegar a la auténtica esencia de su trabajo”, indicó Nicholas Serota, el director de la Tate, en la presentación a los medios de comunicación.

Algunos de los recortables que Matisse realizó entre los años 1943 y 1947 fueron recogidos en un libro titulado Jazz, que agrupaba cientos de grabados junto con un texto escrito a mano por el artista.

La Tate exhibe varias maquetas que, junto con el libro, se muestran al público fuera de Francia por primera vez.

Durante su prolífica carrera, el artista francés supo combinar en su trabajo la influencia de maestros como Van Gogh o Gauguin con influjos procedentes del arte africano, cerámicas persas o las telas moriscas.