De 200 empresas industriales de Costa Rica encuestadas, el 65,7% espera que este año aumente su producción y solo un 6,3% estima que producirá menos.
Así lo indicó el estudio "Perspectivas empresariales y valoración de factores de competitividad del sector industrial costarricense", dado a conocer por la Cámara de Industrias. La medición se hizo entre el 28 de enero y el 8 de marzo.
Pese a las expectativas de crecimiento, el estudio refleja una disminución en las expectativas de generación de empleo, en comparación con el año anterior. El 60,7% espera mantener su planilla, un 28,3% planea aumentarla y 6,3% la reducirá.
Pese a que el 25% de la muestra son grandes empresas, son estas las que más aportan al producto interno bruto industrial y las que tienen pronósticos menos halagueños.
En cuanto a inversión para este 2013, el 56% planea invertir, principalmente en compra de maquinaria, ampliación de planta y mejora del desempeño ambiental. El rango de inversión promedio no supera los $100.000.
Sobre el 2012, el 75% de las empresas encuestadas consideraron que fue un año relativamente bueno, mientras que el 25% lo consideró como un año modesto.
Piedras en el zapato
Entre los factores que los encuestados señalaron como limitantes de su competitividad está en primer lugar el costo de la energía eléctrica.
Por tercer año consecutivo los industriales insisten en la necesidad de revisar el modelo tarifario que utiliza la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) y consideran urgente la aprobación de la Ley General de Electricidad y el Plan de Contigencia Eléctrica, ambos proyectos varados en la Asamblea Legislativa.
En el segundo lugar está la baja del tipo de cambio. Los industriales insisten en defender la banda inferior y evitar que se aprecie más el colón. "Antes de avanzar hacia una flotación adminitrada, se necesita desarrollar los derivados cambiarios", opinó Martha Castillo, vicepresidenta de la Cámara.
El sector sugirió el fortalecimiento de la ventanilla única de comercio exterior (VUCE) y concluir las mejoras en las aduanas que ya dieron inicio.
En tercer lugar está la competencia de las empresas informales. Para ello sugieren establecer un plan nacional de formalización de empresas, que simplifique los trámites para formalización y facilite e incentive el pago de las cargas sociales.
Otras factores señalados como limitantes son el precio de las materias primas, costo de los combustibles, aumento de impuestos, acceso a financiamiento y exceso de trámites.