Aplique estos consejos para hacer parrilladas más saludables

Prácticas disminuyen los efectos negativos de la preparación a las brasas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Los alimentos cocidos a la parrilla son parte del menú tradicional de verano, pero pueden ser riesgosos si se consumen con poco cuidado. Tome en cuenta las siguientes recomendaciones para que pueda disfrutar una parrillada saludable.

Marine la comida: los productos cárnicos a la parrilla, por la exposición prolongada al calor, pueden contener carcinógenos. No obstante, la marinación de los alimentos ayuda a reducir este tipo de sustancias.

Un estudio de la Universidad Estatal de Kansas demostró que al marinar los alimentos, en mezclas de aceite, vinagre, hierbas y especias, los carcinógenos se reducen significativamente (desde un 57% hasta un 88%).

Mantenga limpia la parrilla: limpiar la rejilla con un buen cepillo tanto antes como después de utilizarla, ayuda a eliminar las sustancias peligrosas. Además, esta práctica mejorará significativamente el sabor de la comida.

Esté atento a la cocción: con la parrilla se procura dorar y tostar, sin quemar. Cuide que sus alimentos no se rosticen, dándole vuelta a las porciones a tiempo.

No coma carbón: Algo de carbonización en la comida a la parrilla es casi inevitable, sin embargo esos trozos negros tienen componentes cancerígenos. Antes de comer, elimine las partes de la carne que estén quemadas.

Cuídese del humo: cuando se cocina una carne grasosa, la grasa cae a las brasas o flamas, generando humo dañino. Si se cocinan carnes magras como el pollo o el pescado, se reducirá el humo y sus efectos.

También puede optar por el uso de vegetales, que además le ayudarán a sentirse satisfecho sin consumir calorías de más.

Mida la exposición al fuego: el tiempo de cocción de la carne en cubos o trozos es más corto que el de porciones grandes como filetes. El pollo y el pescado tienen un tiempo de cocción más reducido ya que son proteínas blandas, mientras que los vegetales tardan aún menos en estar totalmente cocinados. Prefiera chile dulce, hongos, tomate, elote, zuchinni , jalapeños y cebollas.

Cuanto más rápido se prepare un alimento, más saludable y seguro es, pues sus vitaminas y minerales, jugos naturales e integridad se preservan por más tiempo. Cuanto menor sea el tiempo de cocción, menor el tiempo de exposición a temperaturas que activan los cancerígenos.

Prefiera la variedad: vaya más allá de las carnes y los acompañamientos tradicionales. Aventúrese y prepare alimentos diferentes y muy nutritivos, como manzanas, piña, espárragos, tortillas y pejibayes.

Recuerde que una dieta saludable, lejos de prohibir el consumo de productos, consiste en aprender a consumir de todo en forma adecuada y en las porciones recomendadas por su nutricionista.

Atrévase con vegetales y frutas

Agregar productos no tradicionales a la parrillada da mayor variedad de sabores y es más saludable, ya que desde el punto de vista nutricional es conveniente mantener una alimentación a base de frutas y vegetales. Aunque lo ideal es que se consuman orgánicos y crudos, muchos de sus beneficios se mantienen. Otra opción es incorporar acompañamientos con granos integrales y leguminosas.

Fuente www.consultasnutricion.com