Si Mahoma no va a la montaña... una pyme pretende llevar el arte a su empresa y colocarlo en el mercado o en propuestas concretas.
Al menos esa es la idea de Agorart, un proyecto que nació en Ámsterdam como respuesta a la ausencia de propuestas viables en cultura y en arte.
La pyme asesora y crea plataformas específicamente para el campo de las artes visuales. Sus progenitores hablan de convertirla en un puente entre el área artística y la económica. ¿Con qué fin?
Con el de promocionar y comercializar el arte pero sin destruirlo.
¿Los ingredientes? Cuatro artistas: un italiano, un belga, un argentino-holandés y una tica libanesa. El cuarteto llegó a Costa Rica desde hace dos años para compartir el conocimiento adquirido en Europa a nivel empresarial.
Se toparon con un país y una región subdesarrollada y con un sector empresarial que catalogan como conservador, aunque destacan la prestigiosa imagen que proyecta Costa Rica, la presencia de compañías multinacionales y la ausencia de ejército.
“¿Por qué marginar al artista si puede aportar más?” se cuestiona Amirah Gazel, presidenta de la iniciativa. EF quiso conocer entonces el detalle de las experiencias artístico-empresariales cosechadas en el Viejo Continente para proyectar lo que ellos pretenden realizar en Costa Rica.
Gazel respondió con lista en mano y portafolio de empresas europeas disponible en la Web.
Locura a ritmo de pincel
Los conflictos internos entre el personal de una compañía parecen ser ahora un asunto de pintura.
En una clase que forma parte de la propuesta de coaching artístico, los artistas desarrollan un taller con el objetivo de resolver los problemas que existan entre el equipo de trabajo.
Con caballete, pincel y pintura en mano, los artistas ponen a trabajar a todo el personal para mejorar por medio de la expresión artística las emociones y la seguridad en sí mismos.
Los esfuerzos se dirigen hacia la cultura organizacional, para lograr una amalgama entre comunicación y sicología del arte.
“El arte toca la memoria afectiva, y así se aprende mejor”, explica Gaetano Andreoni, director de Agorart.
Entre los principales resultados mencionan el reemplazo del juzgamiento por la valorización, aumento de la libertad de expresión, rompimiento de la rutina, mejoras en la comunicación, aumento de la confianza, mejoramiento de la dinámica de trabajo grupal y retención del aprendizaje.
El ejercicio también permite identificar las capacidades de los empleados y acentuar sus habilidades creativas.
Visita tentativa
¿Cuál es la imagen de su empresa? ¿Qué dice el edificio de sus dueños, del personal?
Diga lo que diga, este cuarteto de artistas proponen que diga algo más más.
Que diga, por ejemplo, que la empresa hizo una inversión en cultura, que los colaboradores tuvieron la oportunidad de acercarse y conocer el arte que un artista expondrá en sus paredes por cierto tiempo.
La percepción se logar por medio del alquiler de una colección por un mínimo de seis meses. El alquiler incluye una visita guiada a los colaboradores y la posibilidad de que más personas conozcan las obras, sin que se “destruya” el sentido de la exposición.
Errores empresariales
El colectivo señala algunos de los principales errores que perciben a nivel empresarial en Costa Rica.
-Conservadoras: Empresas que no toman en cuenta capacidades de liderazgo, comunicación y potencial de crecimiento del personal o postulantes.
-Cosméticas: Personal de recursos humanos que se fija más en lo cosmético que en el contenido: se evalúa únicamente apariencia y currículo.
-Frías: No se toman en cuenta las necesidades del colaborador para la toma de decisiones.
-Poco motivadoras: Poco interés de estimular y motivar a sus empleados para potenciar sus capacidades.
-Poco comunicativas: Ausencia de redes de trabajo que motiven a los empleados a estar en constante comunicación y actualización.
Fuente Agorart.