Bienestar animal en Costa Rica requiere de presupuesto para ejecutar la ley, pero avanza con una sociedad más consciente

La educación sobre la tenencia de una mascota en edades tempranas se coloca como el pŕoximo paso en la evolución país por respetar los derechos de los animales

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Al negocio de cuidado y bienestar animal en Costa Rica, lo impactan dos puntos clave que afectan de manera directa su avance en el país: una reforma a la Ley de Bienestar Animal (18.298) que si bien incentivó los “primeros pasos” hacia la concientización y educación de la sociedad en el tema, carece de fondos para su ejecución. Y segundo, una sociedad actual mejor informada sobre la tenencia responsable de una mascota.

Asimismo, un conjunto de personas encargadas de mascotas mejor educadas en cuanto a los derechos y necesidades de los animales, propician la diversificación de los servicios que puedan prestar veterinarias y demás negocios relacionados.

Cuando se firmó la normativa vigente en 2017, no se incluyó el presupuesto para la atención de los animales víctimas de maltrato o crueldad. Una defiencia que según Iliana Céspedes, coordinadora del Programa de Bienestar en Animales de Compañía del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), impide abordar “integralmente” los casos.

Por ejemplo, en diciembre del año pasado, se dio a conocer la muerte de un perrito raza pug por un “aparente golpe de calor y falta de aire”, luego de viajar en el maletero de un bus desde Guanacaste hasta Puntarenas. El hecho generó diversas reacciones e incluso la Federación Canina de Costa Rica planteó una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) con el objetivo de que se investigue si hubo dolor en la muerte del can.

Según el artículo 279 de la reforma a la Ley de Bienestar Animal, “se sancionará con pena de prisión de tres meses a dos años a quien dolosamente, de forma directa o por interpósita persona, cause la muerte de un animal doméstico o domesticado”.

— Ley de Bienestar Animal (18.298).

Ante esto, Silvia Coto, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica planteó la necesidad urgente de brindar dinero a los organismos judiciales para que se tenga acceso a recursos médicos, como la veterinaria forense.

“Si no queremos impunidad, necesitamos proporcionar a los aparatos judiciales que realizan las investigaciones con el recurso económico, tecnológico y humano para que puedan procesar estos hechos como se debe”, expresó Coto.

Pese a esto, Céspedes manifestó que una parte de la población se encuentra más informada y se muestra más sensible ante la tenencia responsable y el respeto hacia los animales de compañía.

Incluso, por esta razón durante el 2020 y gracias a los esfuerzos del gremio, la atención veterinaria se reconoció como servicio esencial, esto rebajó el cobro del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) por servicios médicos veterinarios de un 13% a un 4%, con el fin de asegurar el bienestar de estos seres frente a la coyuntura.

“Tenemos un incremento en la cantidad de gobiernos locales que trabajan en el bienestar animal, el control humanitario de poblaciones, se denota más sensibilidad y responsabilidad en abordar este tema. Observamos a una población más informada, consciente, sensible que procura que los animales a su cargo se encuentren con las mejores condiciones”, dijo la vocera de Senasa.

Sin embargo, resaltó que el problema de los animales violentados es un problema estatal y de un pequeño sector de ONG y rescatistas, por ejemplo Territorio de Zaguates, Fuerza Animalia Costa Rica, Fundación Tierra de Animales, que luchan contra la falta de apoyo ante la rehabilitación y adopción de animales rescatados, y especialmente aquellos que no son de raza.

Las municipalidades de Alajuelita, Curridabat, Cartago, Tibás, Montes de Oca, Escazú, Desamparados, Goicoechea, Talamanca, Matina, Río Cuarto y Heredia, mantienen convenio con el Senasa para impulsar estrategias cantonales a favor del bienestar animal.

— Iliana Céspedes, coordinadora del Programa de Bienestar en Animales de Compañía del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).

Por otra parte, a nivel internacional, países como Francia, Alemania, Suiza, Portugal y desde el 4 de enero, España, cuentan con una normativa avanzada sobre el trato que se le debe dar a los animales.

Por ejemplo, España ya considera por ley a los animales de compañía o mascotas como “seres sintientes”, esto significa que ya no podrán ser embargados, hipotecados, abandonados, maltratados o apartados de uno de sus propietarios en caso de separación o divorcio.

La normativa que se firmó el 15 de diciembre de 2021, llega a modificar el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil español, sobre el régimen jurídico de los animales.

En España la Ley 17/2021, de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el régimen jurídico de los animales.
1. Se regula la custodia compartida de los animales de compañía en caso de separación o divorcio.
2. La autoridad judicial podrá acordar la participación de los cónyuges en los gastos de manutención y cuidado del animal, y decidir el destino de este si no hay acuerdo entre los miembros de la expareja, teniendo en cuenta tanto el interés de la pareja como el bienestar de la mascota.
3. También se considerarán en los testamentos. Si no hubiera últimas voluntades, los animales se entregarán a los herederos que los reclamen.
4. La reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil alude a que los animales de compañía no son embargables ante impagos.
Fuente: El País y legislación española.

El deber de vigilancia

Las veterinarias privadas también ha tomado un papel en garantizar que se cumplan las normas de bienestar animal en el país, y funcionan como vigilantes “directos” ante algún tipo de situación que amenace la integridad de un animal.

Marshia Solano, médica veterinaria y propietaria de la veterinaria Pet Groom Solution, afirmó que el negocio se ha visto beneficiado por la capacidad que han desarrollado las personas de buscar información sobre el respeto y la tenencia responsable de las mascotas.

No obstante, afirmó que aún se considera el derecho de las personas a tener un animal de compañía —pese a que muchos no tiene la capacidad económica ni emocional de mantenerlos—, sobre los derechos del animal, sus emociones y su “calidad de ser sintiente”. Un tema que por ley debe cambiar.

“Los médicos veterinarios del sector privado somos vigilantes, y de forma constante y empática intentamos hacer consciencia en los clientes que están incurriendo en un mal manejo o mal trato de sus mascotas. Deberíamos tener la potestad de evaluar situaciones de primera mano y denunciar situaciones con evidencia contundente”, dijo Solano.

“No obstante, caemos en el mismo problema. Se realizan las denuncias, pero no hay ejecución. Los organismos responsables no tienen capacidad de acción y no tienen un respaldo importante para actuar de forma pronta y certera”, agregó.

La propietaria de Pet Groom Solution, también indicó que de manera frecuente y con recursos propios, toman casos de rescates en alianza con Senasa, y se hacen cargo de forma privada de la parte económica y emocional del caso, aún sin repercusiones legales para los responsables de causar el maltrato.

Actualmente, existen alrededor 1.850 profesionales en medicina veterinaria en Costa Rica. Y al cierre del 2020, se registraron 5.500 nuevas veterinarias, en comparación con 2019, según datos de la Dirección General de Tributación.

— Colegio de Médicos Veterinarios y Ministerio de Hacienda.

Un mercado con potencial

Datos de la ficha técnica de Programa Nacional de Bienestar Animal de Senasa, que comenzó a regir en 2019, evidencian que las poblaciones de caninos y felinos en Costa Rica han ido en aumento —información derivada del Estudio Nacional sobre tenencia de perros en Costa Rica 2016 de la Asociación World Animal Protection—.

Muestra de esto, un estudio —de octubre de 2021— de la firma de investigación de mercados Unimer Centroamérica, mostró que un 72% de los costarricenses tienen mascotas en su hogar. Esto ha dado paso a que el mercado se diversifique hacia servicios innovadores que cubran necesidades de los animales y sus tutores.

Ahora, por ejemplo existen los servicios de grooming (un conjunto de técnicas de aseo y peluquería para perros); las escuelas de adiestramiento canino; los hoteles o guarderías para mascotas; y hasta salas de vela e incineración.

Coto, del Colegio de Médicos Veterinarios recomienda a los propietarios consultar al veterinario de confianza, sobre contactos profesionales que brindan este tipo de servicios, ya que considera que lo recomendable siempre es acudir a lugares donde el rol del médico veterinario esté dentro de la estructura de negocio, ya que este es el que conoce de la especie y su comportamiento.

Un futuro responsable

Para las fuentes consultadas, la educación sobre bienestar animal en edades tempranas se coloca como el pŕoximo paso en la evolución país por respetar los derechos de los animales, en lugar de temer a una sanción.

Para esto, es necesario estrechar lazos con el Ministerio de Educación Pública, para que se pueda empezar a inculcar la sensibilización hacia el trato respetuoso de los animales sintientes, en las escuelas y colegios.

“No se piensa en la parte de “endurecer” medidas, ya que más que ser punitivos, hay que ser preventivos. Entonces, seguimos apostando por las nuevas generaciones y la educación en edades tempranas”, manifestó Coto.

La presidenta del Colegio también dijo que en la pandemia, por ejemplo se aprendió sobre los beneficios que brinda el vínculo del ser humano con las mascotas, la compañía, la ayuda con la depresión y la soledad, etc. Esto educó a la población sobre la importancia de que las mascotas requieren de atención, espacios de juego, cuidados médicos, el solventar necesidades básicas de comida, agua, higiene y protección.

Y por otra parte, a nivel económico se espera que el sector siga creciendo con una mayor diversificación de servicios vinculados a la relación propietario-mascota; y asimismo, un mayor grado de especialización en medicina veterinaria.

Medidas para mejorar el bienestar animal
1. Construir una base de datos de tutores y mascotas, para poder tener un recurso de búsqueda de información rápida en casos por ejemplo de abandono, control de población y de atención veterinaria apropiada.
2. Identificación de las mascotas a través de un “microchip” para su apropiado registro.
3. Implementación de un sistema de licencias para poder tener y/o criar mascotas, que ayude a dar seguimiento.
4. Crear un sistema gratuito de orientación para la tenencia responsable de mascotas, conformado por especialistas (veterinarios, nutricionistas animales, adiestradores, etc.), que impartan cursos para los propietarios y así puedan aprender normas básicas y esenciales para una tenencia apropiada.
5. Diseñar un sistema de captación de recursos económicos provenientes de multas aplicadas a infractores de la Ley de Bienestar Animal que, de soporte al personal, permita crear infraestructura y ayude a dar mantenimiento a refugios públicos.
Fuente: Marshia Solano, médica veterinaria y propietaria de la veterinaria Pet Groom Solution.