La clasificación de Costa Rica al Mundial de Brasil 2014 es vista por empresarios turísticos como una de las mejores oportunidades para promocionar al país como destino.
La Cámara Nacional de Turismo de Costa Rica (Canatur) aseguró que el mundial será una vitrina para exponer a Costa Rica como destino turístico, similar a lo que sucedió con el Mundial en Alemania en el 2006.
"Hace siete años estuvimos en el encuentro inaugural (frente al anfitrión) y esto contribuyó para que el país fuera foco de atención a nivel mundial y a partir de esta experiencia, debemos aprovechar el escenario para posicionar la nueva marca país Esencial Costa Rica", manifestó Tatiana Cascante, directora ejecutiva de Canatur.
Cascante destacó que en los planes de posicionamiento dentro del mercado sudamericano destaca Brasil y que la presencia de la delegación costarricense en ese país permitirá posicionar a Costa Rica y su nueva marca país.
"Es una región que maneja un considerable tráfico de turismo emisor, principalmente Brasil que es uno de los países emergentes con mayor volumen de ciudadanos viajando fuera de su propia nación", continuó Cascante.
Costa Rica lanzó su marca país Esencial Costa Rica el pasado 3 de setiembre, la cual tiene como objetivo promover la inversión, el turismo y las exportaciones.
Según cifras aportadas por Canatur, Brasil reportó durante el 2012 gastos de turismo emisor por $22.000 millones.
La Cámara Nacional de Turismo señaló que la clasificación al mundial es una oportunidad para que las agencias de viaje establezcan nuevas relaciones comerciales y puedan vender paquetes para asistir a Brasil en 2014.
De acuerdo con las cifras del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), 2.373 costarricenses viajaron al Mundial de Alemania durante el mes de junio de 2006, última participación de la selección costarricense en una Copa del Mundo.
El turismo es uno de los motores de la economía de Costa Rica, un país de 4,5 millones de habitantes que cada año recibe a más de 2,1 millones de visitantes extranjeros, quienes generan divisas por unos $2.000 millones, según cifras oficiales.