Casi el 60% de las exportaciones chilenas a Centroamérican se dirigen a Costa Rica, motivo suficiente para que la agencia comercial de esa nación suramericana –Prochile– quiera aprovechar el décimo aniversario del acuerdo de libre comercio entre ambos países para plantearse cuáles nuevos productos, segmentos del mercado e inversiones podrían venir a hacer negocios al suelo nacional y cuáles productos ticos tendrían cabida en el mercado chileno.
Esta mañana, durante un desayuno para periodistas organizado por Prochile y la Embajada de ese país en Costa Rica, se hizo un balance del impacto que ha causado el tratado comercial en doble vía y sobre los prinicipales retos que tienen los países y sus sectores productivos para "sacarle más el jugo" al acuerdo.
El embajador chileno en Costa Rica, Miguel Ángel González, explicó que durante estos 10 años de vigencia del TLC, las relaciones han sido estrechas tanto en lo económico como en lo comercial: se ha producido un efecto constante en el flujo comercial en ambos sentidos y sin duda, ha habido un impacto categórico en la diversificación de productos chilenos ingresando a suelo tico. En efecto, a los productos tradicionales del campo industrial (cobre, por ejemplo) se han unido otros del sector alimentario. En total, la nación suramericana coloca alrededor de 700 productos en el país.
"Chile no es solo vino, salmón o frutas, también tenemos un sector manufacturero robusto", comentó González. Para abrir las opciones comerciales, en abril y en agosto, Prochile realizará en Costa Rica dos ruedas de negocios: El 18 y 19 de abril traerán empresarios chilenos (30 empresas) para el evento "Sabores de Chile" y en agosto s otros empresarios de la industria manufacturera para fomentar el proyecto de marca "Chile manufactura"
En cuanto a inversiones, aquí hay capital chileno en la industria automotriz, en el sector farmacéutico, industria pesquera y, recientemente, gracias a un joint venture para operar la cadena de tiendas Forever 21 (a través de Grupo Calderón y Ripley)
Ahora, la pretensión es que ingresen otros un tanto desconocidos para el consumidor local, como aceites de oliva con esencias, mermeladas y pimiento ahumado; alimentos del segmento saludable y bajos en calorías.
"El comercio hacia Costa Rica es mayor que el de Costa Rica hacia Chile y eso se convierte en un desafío: disminuir la fuerza que tiene el mercado del norte en el caso de Costa Rica y en nuestro caso hacia el Sur", dijo González.
De acuerdo con Marcela Aravena, directora ejecutiva de Prochile en Costa Rica, hay productos potenciales y complementarios como frutas que no existen en Chile pero que en Costa Rica abundan, entre ellas, las tropicales. La funcionaria también considera futuros negocios en el campo de los servicios, de la animación digital y de las telecomunicaciones e información.
Otro tema de interés para Prochile es atraer mayor turistas de su país a Costa Rica, un destino poco ofrecido por las agencias de viajes. Chile recibió el año pasado a unos 5.300 turistas ticos.
Un asunto en que todos coinciden es en el costo de los tiquetes aéreos, que son tan elevados como resultan también los costos logísticos para el caso de transporte de carga. Esto último es un punto de resorte privado (líneas aéreas y marítimas), dijo González, pero lo que los gobiernos han venido trabajando tiene que ver con digitalización de trámites (certificación de origen), manejo portuario, medidas sanitarias y de inocuidad de alimentos que permitan agilizar el intercambio cuando se logre el 100% de desgravación arancelaria.