Columna Clase Ejecutiva: De Chaplin a Iron Man

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Robert Downey Jr. probó su primer cigarrillo de marihuana a los 6 años. Su padre, un director independiente de cine, adicto a la droga, fue quien lo inició en lo que sería durante muchísimas ocasiones, el pozo profundo de su soledad.

Proveniente de una familia del espectáculo, su madre era cantante y bailarina, Downey Jr. empezó a actuar desde los 5 años y sus primeros papeles serios los obtuvo a los 18. Pero fue a los 27 años cuando saltó a la fama con la magnífica interpretación de Chaplin que le valió su primera nominación al Oscar frente a un gigante, Al Pacino, que se lo arrebató por Perfume de mujer .

Desde entonces su vida fue una montaña rusa, pasando de una gala de los Oscar a una cárcel en Los Ángeles. Atravesando Sunset Boulevard a toda velocidad en su Porsche, desnudo, drogado y con una Magnum en la guantera, era poco posible que escapara de las rejas.

Estuvo un año en la cárcel y tuvo múltiples reclutamientos en centros de desintoxicación. Del primer pitillo de marihuana pasó a cocteles de cocaína, crack , valium, heroína y licor. Su papel principal era el de la autodestrucción.

Ninguna compañía aseguradora lo aceptaba y este es un requisito para trabajar en Hollywood. El actor, que también tiene formación en artes marciales, ballet clásico e incluso grabó un disco, se encontraba en un callejón sin salida.

Su mujer le había dado un ultimátum y llevaba unos cinco años sobrio cuando apareció la posibilidad de interpretar al superhéroe de Marvel . Su amigo Mel Gibson le había conseguido años antes el seguro, y la productora apostó por el chico malo de Hollywood. Entre Tony Stark y Robert Downey Jr. se creó una simbiosis que hoy coloca a Iron Man 3 como el segundo estreno más taquillero en Estados Unidos, superado solo por Avengers , también interpretada por él.

En el 2010, Downey Jr. se colocó como la décima fortuna del espectáculo y uno de los actores más cotizados del momento. Pero sobre todo, es el superhéroe que logró vencer a su mayor enemigo: su ansia de autodestrucción.