Columna Clase Ejecutiva: La tierra prometida

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En un artículo que publiqué en la revista de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica en 2010 mostraba –fundándome en científicos de indudable autoridad– que la supervivencia de la especie humana a mediano y largo plazo es imposible bajo un régimen capitalista.

Los autores proponían soluciones, y a estas yo agregaba la mía, adoptando como ellos la actitud optimista de que sí es posible salir del desastre ecológico que se avecina.

Pero, ¿y si no?

Porque es posible que cuando arrecie la crisis ecológica del planeta la humanidad se sumerja en la barbarie, en una lucha a muerte por los pocos recursos y servicios ambientales que vayan quedando. Esos son los escenarios del Global Scenario Group de Estocolmo en su informe Great Transitions: Colapso y Mundo de Plazas Fuertes.

Ese es también el mundo que nos plantea Fernando Contreras en su último libro: Fragmentos de la tierra prometida (Legado 2012) : una serie de microrrelatos llenos de ironía, concentrados y sin esperanza, que si se leen de un tirón conforman una novela desoladora. Retratan un escenario posible ahora, en el 2012, cuando los científicos han anunciado que dentro de siete años no habrá hielo en el ártico. Es el mundo de las Plazas Fuertes antes del Colapso, cuando unos pocos tratan de acaparar por la fuerza lo que hay, ante el resto que muere de rabia y de hambre. Veamos:

Encontrar una biblioteca pública ya es imposible. Encontrar una librería es muy difícil. Rara vez encontramos una biblioteca personal en una casa abandonada y durante varios días tenemos con qué calentarnos.

O este:

¡Fue tanta la gente que se salvó del gran terremoto caminando sobre la capa espesa de basura que cubría el mar!

O este:

Conmovedor hasta las lágrimas: el que más... el que menos, lo importante es que entre varios millones de pobres a lo largo y ancho de este mundo, logramos salvar de la quiebra a unos cuantos banqueros.